Todo credo religioso merece respeto, en tanto que, toda creación artística deberá gozar de libertad, mientras no atente contra la dignidad de las personas o contra los fundamentos de fe. Partiendo de este principio, como creyente de la Religión Católica, debo expresar mi más severa protesta ante la muestra expuesta en el Salón del Pueblo, en días anteriores. Renovadas expresiones de Jesucristo, con caracteres exagerados, no consignan sino una burla, a cuya imagen debemos venerar o al menos respetar. Cristo en movimiento, sugiriendo expresiones nada aceptables, rompiendo la cruz -su cruz- en señal de repudio, no hacen sino irrespetar y blasfemar los principios de nuestra fe cristiana.
Un capítulo anterior, del Pase del Niño parodiando al Pase del Niño Viajero -expresión religiosa de profundo valor cristiano, en nuestra sociedad- nos llevan a rechazar y repudiar estas manifestaciones que se materializan en el “El Prohibido”, centro artístico que destaca -como su nombre lo consigna- aquello que debe estar “prohibido”, exponerlo o profanarlo, tal como se ha hecho, en estas y en anteriores ocasiones.
Consigno mi repudio y apelo al respeto que toda religión o expresión de fe se merece, hoy y siempre, aquí o en cualquier lugar, atentar contra los valores de la fe cristiana, en esta ocasión, merece el rechazo frontal de la Iglesia y de todos quienes comulgamos dentro de este credo religioso. (O)
