Espeluzna saber que 2000 millones de personas sufren escasez del agua en el mundo y que la crisis mundial por este elemento indispensable para la vida se agudizará en las próximas décadas, situación difícil de imaginarse cuando su abundancia nos rodea; sin embargo, la advertencia y el llamado que hacen organismos como la UNESCO y ONU Agua para establecer mecanismos de cooperación internacional debería colocar en el banquillo de acusados a gobiernos como el nuestro que de manera tozuda e inconstitucional pretende dar continuidad a la política extractiva a gran escala implementada desde gobiernos anteriores aun en contra de principios constitucionales y la voluntad popular expresada en las urnas. Pero, además, la afección sobre fuentes de recarga y cuidado hídrico como sucede con las concesiones entregadas por el gobierno ecuatoriano a las empresas mineras se contraponen al urgente llamado de la ciencia a la conciencia y a la responsabilidad política y ambiental de los estados para enfrentar las preocupantes proyecciones sobre los recursos hídricos en el planeta. Las falsas ganancias por la minería esconden los peligrosísimospasivos ambientales con impactos a perpetuidad quepondría en evidente peligro la vida de poblaciones enteras, Cuenca ya decidió: No a la minería.
