La realidad actual del barrio gira en torno a la preocupación por la inseguridad y mantener las tradiciones. En ambos casos, no han tenido el suficiente apoyo.
Hablar de tradiciones, es hablar del Barrial Blanco. Pese a los problemas de inseguridad, hay esfuerzos por mantener activa la vida popular de barrio.
En la actualidad, y en medio de casas patrimoniales, hoy se mueve gran cantidad de negocios. En gran parte se debe al desplazamiento de la vida de vecindario.
«Hay muchos negocios y los vecinos que conocíamos ya no viven en el sector. Se han ido«, refirió Teodoro Ortiz, vecino que toda su vida ha residido en el barrio.
A él le preocupa la pérdida de las tradiciones, dos fundamentales: la fiesta de la Cruz Verde del Barrial Blanco y el Festival de Música Nacional.
Tradición
Desde hace unos 10 años, a los vecinos ya no les ha sido posible celebrar estos eventos que se hacían cerrando la avenida principal entre las calles Armenillas y De las Alcabalas.
El último domingo de mayo, ambas actividades tenían acogida de los vecinos, pero se ha relegado por cambios en las normativas vigentes que no permiten el cierre vial.
A Gloria Sanango, presidenta del barrio, también le preocupa esta situación, porque las tradiciones son parte de la historia del Barrial Blanco.
Como memoria de las celebraciones, permanece intacta una pequeña capilla que está en proceso de adecuación. En ella reside la qué quizá sea la cruz más antigua del barrio.
Según Ortiz y Sanango, esta cruz estuvo en las calles del barrio y luego cambió de ubicación por motivación de vecinos para su conservación, como la familia Loja. Luego de un corto periplo, hoy reside en la capilla levantada en el terreno donado por la vecina Teresa Guachichulca.
Inseguridad
Pero recuperar las tradiciones no son su única preocupación. Hay otros temas como recuperar la casa comunal, mayor y permanente presencia de uniformados en la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) y el más complicado, la delincuencia.
El alcalde electo, Cristian Zamora, ha ofrecido gestionar la devolución al barrio de la casa comunal. En ella plantean retomar actividades para unir a la comunidad.
Los vecinos también lamentan que la UPC del barrio no tenga el personal suficiente y fijo. «Siempre cambian de personal y no se pueden coordinar acciones».
En las zonas son frecuentes las peleas, incluso con arma blanca. Además de microtráfico, robos y prostitución. Todo esto aumenta la inseguridad. Contaban con tres cámaras de videovigilancia, pero han dejado de funcionar por razones desconocidas.
Los esfuerzos por ser un barrio seguro se mantienen, pero sienten que no tienen el apoyo de las autoridades para que la seguridad sea efectiva. (FCS) – (I)
Arte y tradición en una vida
Doña Elisa Espinoza va a cumplir, el próximo 24 de julio, 98 años. Todo este tiempo ha vivido en su amado Barrial Blanco. Ella es una artesana que se dedicaba al tejido de sombreros de paja toquilla y a la elaboración de adornos para Nacimientos de Navidad. Actualmente tiene animales como patos, pollos y conejos. A todos los cuida. Su nieta, Andrea Quinde, cuenta que pese a su edad es fuerte y sube las escaleras sin inconveniente. También dice que es golosa del dulce y le gusta ver series cómicas. Sus 5 hijos, 11 bisnietos y un tataranieto aún gozan de su compañía y están expectantes a su próximo cumpleaños para regalarle una sorpresa. (I)
2
grandes deportistas vivieron en el barrio, según los vecinos, el marchista Jefferson Pérez y el corredor Rolando Vera.
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cámaras tienen instaladas en el barrio, pero ninguna sirve. Los vecinos y directivos esperan que las autoridades colaboren para su mantenimiento.