Alausí, el segundo destino en ser parte del Programa Pueblos Mágicos de Ecuador, vive días sumido en la tristeza y la angustia por los muertos y desaparecidos del gran alud del domingo, pero también con una creciente indignación, pues hubo alertas de que el desastre podía ocurrir.
Declarada en 2019 como pueblo mágico, Alausí, la ciudad de los cinco patrimonios: ferroviario, natural, cultural, arqueológico, arquitectónico e inmaterial religioso, llora ahora a sus muertos y escarba a contrarreloj entre miles de toneladas de tierra en busca de sus vecinos.
Las personas parecen pequeños puntos encaramados en las toneladas de tierra que se desprendieron del cerro, llevándose árboles y casas a su paso, y tapando grandes extensiones de superficie al punto de desaparecer estructuras, de cuya ubicación hablan los vecinos mientras apuntan a las toneladas de tierra: «Aquí era el estadio».
Un edificio de seis pisos al pie del alud parece una pequeña pieza de Lego ante la magnitud del deslave, que ha dejado una gigantesca cicatriz de tierra junto a las verdes montañas que rodean a Alausí.
Allí también están otras casas, algunas semitapadas por la tierra que bajó del cerro y otras amenazadas por esa masa de tierra, en cuyas entrañas se desconoce aún cuántas personas están sepultadas, pues no se sabe cuántas abandonaron antes sus hogares ante el temor de un desastre.
Entre la resignación y la esperanza
Otras no corrieron la misma suerte. Más de treinta horas después del alud, Saúl Naula tenía aún esperanza de encontrar a sus familiares con vida.
«Estamos esperando a mi cuñado, a la hija de mi cuñado y a dos bebitas, que están enterradas. Estamos desde ayer (lunes) pero no se ha podido lograr nada«, dijo Naula a EFE en una zona del desastre donde a las palas y picos, se ha sumado este martes el uso de maquinaria para sacar la tierra.
Con más resignación que esperanza, Naula seguía las labores de los equipos de socorro: «Esperemos que ahora logremos encontrarles para hacerles una sepultura como se merecen ellos. Gracias a la máquina que está ayudando en la búsqueda, esperamos encontrarles», dijo en la mañana.
Pero su esperanza se truncó en la tarde, luego de que los rescatistas encontraron el cuerpo de una de las niñas.
Ante la ausencia de equipos de rescate a primeras horas de este martes, vecinos actuaron por cuenta propia para, con pico y pala, buscar a sus seres queridos, hasta que luego se sumaron los rescatistas.
Otros vecinos observaban desde la terraza de una casa de tres pisos a cuyo costado pasó el alud y unos más hacían lo propio desde un puente lejano con la esperanza de que rescaten a sus familiares, amigos o vecinos.
Los rescatistas trabajaron con retroexcavadoras en dos lugares específicos mientras que en otros sigue la búsqueda con picos, palas en labores contra el tiempo y con la mirada puesta en el cerro ante temores de que la tierra se siga desprendiendo.
Daños
El alud también ha afectado la vieja línea férrea que cruza por el lugar y que, entre uno de sus destinos cercanos tiene a la llamada Nariz del Diablo, uno de los pasos de ferrocarril más extremos y emblemáticos de Suramérica.
Los habitantes de la zona siguen sacando sus enseres de hogar para alejarse del lugar de peligro y guarecerse, en algunos casos, en los albergues establecidos por las autoridades, mientras ayuntamientos de otras ciudades han comenzado a recibir donaciones para los damnificados.
Hubo avisos
En medio del dolor y la tragedia, los pobladores han expresado su indignación porque habían advertido de problemas en el suelo e incluso hicieron recientemente una manifestación para pedir acciones a las autoridades.
La población descargó su indignación contra presidente, Guillermo Lasso, que visitó el lunes Alausí, de donde salió en medio de reclamos ciudadanos y el anuncio de más apoyo.
En redes sociales circulan videos de antes de la tragedia en los que se aprecian grandes y profundas grietas en una carretera de la zona, que eran claramente visibles incluso en zonas de siembras del lugar, lo que daba indicios de que el enorme corrimiento de tierra iba a suceder.
La Secretaría Nacional de Riesgos asegura haber cursado el 11 de marzo al gobernador de la provincia de Chimborazo y al alcalde de Alausí un informe técnico que recomendaba y pedía la evacuación de la población, entre otras medidas.
El mismo día de la tragedia autoridades locales habían hecho por la mañana un recorrido para inspeccionar el estado de las grietas y alertar a los vecinos del potencial peligro…que los sorprendió en la noche. EFE