El Ing. Marco Tulio Erazo Vallejo, notable Geólogo docente de Ingeniería de la UCUENCA, dedicó 36 años de su vida (1918-1986), a su incansable caminar por los cerros, quebradas, taludes, lomas de cada rincón del austro y serranía ecuatoriana estudiando el comportamiento geológico de cada zona, los deslizamientos dando soluciones apropiadas de manejo adecuado del agua, no cerrar quebradas ni vertientes, evitar eliminar el bosque, chaparro, vegetación nativa, no construir en zonas de riesgo. ¡Quienes estuvieron cerca de él testifican que nunca negó su concurso en beneficio del sector público y privado!
El recordado investigador sabía que el Azuay está en zona de riesgo alto y amenazas latentes que ponen en peligro a sectores con presencia de infraestructura y/o población. Advirtió reiteradamente las consecuencias nefastas en el orden de estabilidad de suelos derivadas por la construcción de la Circunvalación Sur de Cuenca a la altura de la UDA, Gapal, El Guzho, la presencia de arcillas expansivas sin capacidad estructural con la presencia de agua.
Le preocupaba sobremanera los cantones Chunchi y Alausí, que se caracterizan por alta ocurrencia de fenómenos de remoción en masa, siendo los principales factores que influyen: su morfología con pendientes elevadas, litología, clima con meses de alta pluviosidad y sobre todo actividad antrópica inapropiada: expansión de la frontera agrícola, riego antitécnico por surcos y reservorios sin revestimiento, uso de letrinas y carreteras sin mantenimiento lo cual podría ocasionar grandes deslizamientos.
Los GAD cantonales según el COOTAD están en la obligación de ejercer el control sobre el uso y ocupación del suelo en su cantón y son ellos los encargados de determinar en sus planes de ordenamiento territorial las zonas con riesgos geológicos y su manejo apropiado pero aquello no se cumple.
Concuerdo finalmente con lo expresado por el experto en planificación territorial Arq. Fernando Paute al decir: ¡Ecuador es un país que no está preparado aún para afrontar los desastres naturales y las razones están en la falta de una cultura preventiva en la población y de una política permanente de Estado que priorice la gestión de riesgos sobre la base del ordenamiento territorial! (O)