Llevar una dieta saludable alta en fibra, frutas, cereales y un en equilibrio en el consumo de carnes no es solo una cuestión de tendencia. Este hábito cobra importancia al evaluar los factores de riesgo frente al cáncer de colon y recto, un diagnóstico que será protagonista el próximo 31 de marzo en su día mundial, y que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud es una enfermedad que ha registrado más de 1,9 millones de casos nuevos en todo el mundo, y es el responsable de más de 935.000 muertes cada año.
En Ecuador, la situación no es diferente, de acuerdo con el Registro Nacional de Tumores del Instituto Nacional de Cancerología, el cáncer de colon es la tercera forma de cáncer más común, después del cáncer de mama y el cáncer de próstata. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en 2020 se registraron 3.654 nuevos casos de cáncer de colon en el país.
Estos son 6 signos que podrían indicar la presencia de cáncer de colon y recto:
- Cambios en los hábitos intestinales que pueden traer consigo diarrea, estreñimiento o una alteración en el color de las deposiciones.
- Sensación de necesidad de evacuar constantemente sin que haya un alivio.
- Sangrado rectal persistente.
- Calambres o dolor abdominal intenso y recurrente.
- Debilidad o fatiga.
- Pérdida de peso espontáneo.
“El cáncer de colon puede iniciarse en cualquier segmento del tubo digestivo, y en la región final del recto. El proceso de su formación comprende múltiples alteraciones de las células normales que conducen a su transformación maligna con capacidad de invadir estructuras adyacentes y diseminarse a distancia (metástasis)” afirma el doctor Jorge Moncayo, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Oncología.
RIESGOS A TENER EN CUENTA:
Existen varios factores llamados de riesgo alto que pueden predisponer a padecer esta neoplasia maligna:
- Historia familiar de cáncer.
- Enfermedades preexistentes como colitis ulcerativa
- Síndromes hereditarios con pólipos y sin pólipos.
- De riesgo moderado: alto consumo de carnes rojas y los adenomas.
- De riesgo modesto o leve: el tabaquismo y la obesidad.
- En el grupo de alto riesgo asintomáticos deben establecerse medidas preventivas que comprenden: evaluación por el médico especialista en gastroenterología que incluye el examen rectal y, si considera necesario, el estudio de endoscopia baja (rectosigmoideo-colonoscopia) que permite observar si existe alguna lesión que amerite una biopsia para estudio de patología con el correspondiente diagnóstico.
Debido a la evolución médica y tecnológica, ha sido posible lograr un mejor acceso a especialistas médicos y tratamientos, así mismo, se ha observado una disminución en el tiempo promedio de espera para recibir el diagnosticado. No obstante, es importante establecer acciones preventivas como chequeos periódicos, especialmente entre los 40 y 50 años, pues estos pacientes son más propensos a desarrollar cáncer de colon y recto.
“A pesar de que existen algunas señales de alerta para identificar las etapas más tempranas, también es posible que no se reconozcan los síntomas, lo que hace que estar atentos y acudir a un especialista a tiempo sea más importante, para poder practicar pruebas de diagnóstico como una colonoscopia, una prueba de sangre oculta en heces o una sigmoidoscopia”, puntualiza el Dr. Moncayo.