En este largo andar que a veces nos confunde al no saber si el camino es correcto, necesario o condicionado, no dejamos de hacernos la misma interrogante ¿Estoy bien?, simple pregunta que genera dudas y que algunas veces nos hace regresar al punto de partida.
Reiniciar es tomar con más fuerza algo que nos movió, que nos motivó y que nos convenció; es abrazar al futuro que en aquel inicio fue prometedor, fue lo que quisimos… Así también ocurre cuando la vida nos ubica en lugares impensables, tal vez inalcanzables y es ahí cuando ya no podemos volver atrás, más solo confiar que algo bueno nos sucedió para crecer y para trascender.
Recibir a manos llenas lo que el universo nos da, es otra forma de reiniciar; cada paso del ahora es el error o el aprendizaje del ayer; y, cada paso del ahora será la recompensa en el futuro. La vida, así como debe ser bonita también debe ser única, particular e individual para cada persona, pero si a esa individualidad le agregamos uno que otro toque de integralidad, la vida será aún más bonita.
Un paso a la vez nos permite reflexionar en quienes somos y de dónde venimos; y, paso a paso, lo bueno que nos llega también será bueno para los nuestros y para otros más, solo recordar que, entre paso y paso, alguien nos ayudó a caminar. (O)