La brecha de conocimientos que existe entre las zonas urbanas y rurales no es lo único que limita a los adolescentes al momento de tratar de ingresar a la universidad.
Un estudiante de un sector alejado de la ciudad, que en su hogar no tenga internet y una computadora, tiene tres veces menos la posibilidad de presentarse a rendir el examen de admisión.
La misma realidad se replica en un adolescente que tenga cargas familiares o que trabaje. En el primer caso, la posibilidad de cumplir con la prueba de acceso se reduce a dos veces, y, en el segundo caso, se reduce a 1.3.
Esos datos fueron obtenidos por la Universidad de Cuenca, luego de desarrollar en el 2022 la primera edición de “Jóvenes Rurales y Educación Superior”.
El programa estuvo dedicado a los estudiantes de tercero de Bachillerato de los sectores rurales del Azuay, quienes accedieron a tutorías para prepararse y rendir el último examen de admisión que estuvo a cargo de la Senescyt el año pasado.
Si bien los datos son preocupantes y muestran las limitaciones que todavía tienen los adolescentes que viven en las zonas rurales, también hay información que mostró que se pueden aplicar acciones para reducir las brechas.
Por ejemplo, de los 748 estudiantes que rindieron la prueba de admisión en el 2022 y participaron en la primera edición de “Jóvenes Rurales”, 418 obtuvieron un cupo en una institución superior. De ese número, 278 entraron a la Universidad de Cuenca.
“No podemos resolver todo desde la universidad, pero el programa hace que los chicos estén mejor. Una cosa que fue satisfactoria para nosotros fue que, de los 278 que entraron a la Universidad de Cuenca, el 60% son de las parroquias más lejanas”, explicó a El Mercurio David Acurio, director de Vinculación con la Sociedad de la Universidad de Cuenca.
Segunda edición
Los resultados motivaron a que la universidad vuelva a realizar una segunda edición del programa, cuyo objetivo será preparar a los estudiantes de tercero de bachillerato para que rindan la prueba de admisión que aplicarán las instituciones de educación superior este año.
En esta ocasión, el programa ya no solo estará dirigido a estudiantes de Azuay. También podrán participar aquellos que pertenezcan a una institución fiscal o fiscomisional de Cañar y Morona Santiago.
Para el desarrollo del programa, explicó María Augusta Hermida, rectora de la Universidad de Cuenca, se habilitarán 55 aulas, a través de 21 sedes, en las tres provincias. Asimismo se pondrá a disposición una plataforma virtual.
Los estudiantes que se inscriban, de lunes a viernes tendrán clases asíncronas. Mientras que los sábados serán parte de capacitaciones presenciales en las aulas. En cada una de ellas se impartirá matemáticas, ciencias naturales, ciencias sociales, lengua y literatura.
Para registrar a los estudiantes que quieran participar del programa, la Universidad de Cuenca entregará el enlace de inscripción únicamente a las instituciones de las zonas rurales de Azuay, Cañar y Morona Santiago entre el 10 y 16 de abril.
Los representantes de las unidades educativas que deseen participar pueden comunicarse al correo electrónico: vinculacion.sociedad@ucuenca.edu.ec, o al número 4051000, extensión 1193. (I)
