Caímos en profundo pozo del cual solo un milagro nos traería a flote. Es más fácil, de hoy para mañana, que empeoremos a límites de infamia y terror más siniestros que nos recluirá en nuestras casas a la gente de bien, convirtiéndolas en cárceles de las cuales no podremos ni intentaremos salir, sino es tan solo para mantenernos y sobrevivir.
Caímos en este abismo desde que el infeliz, sentenciado y prófugo de Correa, desde sus inicios, pactó con cárteles de la droga. Empezó recibiendo aportes de la FARC para su campaña, sin importarle que estas organizaciones del crimen organizado y transnacional, dan paja y sacan reja siempre. Como pago les entregó para sus campamentos y planificación espacios en nuestro territorio para protegerlos, como ejemplo, Raúl Reyes y Angostura y luego se dedicó a desbaratar todo germen de decencia y honestidad, instaurando su poder en todos los niveles del estado que lo controlaba gracias a obsecuentes delincuentes puestos exprofeso en ministerios y cargos claves donde podía robar a manos llenas y recibir coimas con un aparente viso de legalidad. Casi la mayoría de estos nefastos criminales están hoy huidos, sentenciados y muy pocos presos, pero el daño infringido a nuestro pobre país fue de un tiro en medio de los ojos. Acto seguido y ya en franca asociación con narcos y el crimen organizado, desarmó toda posibilidad de control del movimiento narco criminal y más bien facilitó de manera desvergonzada su libre acción enarbolando la soberanía del país. Acabó con la base de Manta, pues les construyó inmensa pista para envíos de droga por aire a muchos puntos, también muy bien estudiados para su distribución en EEUU y Europa y confiscó haciendas como la del inefable Alvarito para iguales menesteres. Explotó radares, cambió o asesinó militares honestos como Gabela, persiguió políticos y periodistas incomodos como Balda o Palacios, organizó genial y efectivamente los puertos del país para traslado marítimo del estupefaciente que salía y sale camuflado en exportaciones claves como banano, camarón y flores destruyendo de paso legales negocios. Con todo esto consolidado y caminando sobre rieles, se mantuvo en el poder haciendo de las suyas como califa y su corte, dándose vida de magnate y farandulero, tomándose así la revancha de haber sido hijo de una mula del narcotráfico y un muerto de hambre y descubriendo desvergonzado facetas de maricón cuando escuchaba embelesado a Bosé. Este es el inicio de todo en manos del asqueroso delincuente belga. Seguiré dando mi opinión en próximos artículos. (O)