Cada quien vive la Semana Santa a su manera. Sea en la iglesia, en la casa, o en la mesa junto a la fanesca. Y hay quienes deciden de vivirla a través de sus gustos, como es el caso de Efrén Vallejo Picón, un docente jubilado que lleva medio siglo haciendo nacimientos.
Desde hace tres años, don Efrén recuerda la Semana Mayor con una escenificación de los hechos que marcaron los últimos días de Jesús. Para eso, siguiendo la misma lógica de un nacimiento, armó un pesebre constituido por los personajes y los eventos de la Semana Santa.
La idea llegó en la pandemia. Efrén, junto a su esposa Emma Sánchez, optaron por levantar un pequeño escenario de la Semana Santa. Con la experiencia de armar los nacimientos en Navidad, escenificar la Última Cena, la muerte y resurrección de Jesús no fue tan complicado.
“Siempre me gustaron los nacimientos. Mi mamá era pesebrista y nos enseñó. Entonces en la pandemia pensamos en un espacio que muestre qué es la Semana Santa, cuáles son sus eventos”, contó Efrén a diario El Mercurio.
Lo que empezó como una pequeña recreación se convirtió en una actividad seria. El año anterior las escenas de la Semana Mayor se hicieron más grandes, mientras que en este 2023, la pareja de esposos colocó cuatro figuras que se mueven con un motor.
Los detalles, tanto para Efrén como para Emma, son importantes. Y esto da cuenta cada escena de la Semana Santa.
La escenificación empieza con tres pasajes de la vida de Jesús: su relación con los niños, el buen pastor y su bautizo. Más allá se encuentra la Última Cena y el lavatorio de pies. Junto a esta escena está ya la entrada que hace Jesús a Jerusalén, para luego seguir el camino de la crucifixión.
En la parte alta del escenario están las tres cruces y los personajes que acompañaron a Jesús hacia su crucifixión. El trabajo realizado por los esposos termina con una tumba en donde reposa Jesús y con el acto de la resurrección.
Creatividad al armar
Si bien Efrén y Emma tienen experiencia en armar los nacimientos, lo más difícil de escenificar la Semana Santa son los personajes y sus acciones. En Ecuador es todo un reto encontrar las figuras de la Semana Mayor.
Lo contrario sucede en Europa, en donde hay objetos pequeños que representan los eventos de la Semana Santa, sin embargo, estas piezas pueden llegar a costar hasta 350 euros.
La imposibilidad de adquirir ha hecho que la pareja sea creativa y adapte objetos para dar forma a la Semana Santa.
Por ejemplo, para escenificar el camino hacia la crucifixión, Efrén compró varias figuras iguales de Jesús. Luego las modificó para recrear el caminar de Cristo mientras carga la cruz.
“Entre los dos hacemos este trabajo. Él la parte tosca y yo me encargo después de todos los detalles. Armar todo esto nos tema unos quince días. Vamos haciendo poquito a poquito, no tenemos apuro”, dijo Emma.
Las razones de llevar ya tres años escenificando la Semana Santa, para la pareja de esposos, se debe, por un lado, a la fe y al agradecimiento por las bendiciones recibidas, y, por el otro, a compartir de una manera distinta los eventos de la Semana Mayor.
Motivados por esa última razón es que este año, cualquier persona puede llegar a la casa de retiro de Emma y Efrén y pasearse por su trabajo. El hogar de la pareja se encuentra en la comunidad de Sitincay, del cantón Déleg. Para llegar allá se debe tomar la vía Ricaurte-La Raya. El trayecto dura alrededor de cuarenta minutos. Quienes deseen conocer pueden contactarse al 0996108726. (I)