El Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional de Ecuador informó hoy que ha observado en el volcán Cotopaxi una emisión de gases con contenido moderado de ceniza, que se ha elevado a unos 500 metros sobre el cráter y que por el viento ha tomado rumbo al este de la montaña.
El volcán, situado a unos 45 kilómetros al sureste de la capital ecuatoriana, Quito, mantiene un pulso eruptivo desde finales de octubre pasado con una actividad de intensidad moderada y sin mayores cambios en su tendencia.
Según el IG, la emisión de ceniza registrada este sábado podría generar la caída de ese polvo volcánico en zonas aledañas del este del coloso, como ya ha ocurrido en ocasiones anteriores.
«Este fenómeno ha sido cada vez más frecuente dentro del actual periodo eruptivo», remarcó el IG que mantiene una vigilancia permanente del Cotopaxi.
Justamente, según los reportes diarios del Instituto, la actividad sísmica del Cotopaxi se ha mantenido en la presente semana con una media diaria de 48 sismos leves de «largo periodo» (por el movimiento de fluidos internos) y unos diez periodos al día de emisión de gases, ceniza y vapor de agua.
Sin embargo, en la última semana, el nivel de dióxido de azufre (SO2) registradas por el sistema «Mounts» del IG en el Cotopaxi ha subido de 2,6 toneladas el pasado lunes a 2.408 toneladas el viernes.
El martes el nivel de dióxido de azufre era de 69,1 toneladas, el miércoles trepó a 407,4 y el jueves alcanzó las 1.729,3 toneladas de SO2, según los registros del IG, que no advierten de anomalías termales en la montaña.
El Cotopaxi, de 5897 metros sobre el nivel del mar, es la segunda montaña más alta de Ecuador, sólo superada por el Chimborazo, de 6.263 metros de altura.
Junto con el Sangay y el Reventador, ambos ubicados en estribaciones andinas que dan a la región amazónica del país, actualmente el Cotopaxi forma parte de los volcanes ecuatorianos con mayor actividad. EFE