Por sobra de méritos y virtudes, el consejo cantonal de Cuenca, acaba de entregar esta valiosa presea, a un ser humano extraordinario. Todos los que le conocen me darán la razón, que hablar de Casimiro Torres Torres, es hablar de un hombre íntegro, trabajador, responsable, honesto, sencillo. Un esposo ejemplar, un padre abnegado, un abuelo cariñoso, y un amigo fraterno, leal y transparente. Muy solidario con las penas amargas que desgarran la vida, y muy alejado de las arrogancias que estropean el alma. Fue un verdadero maestro, formador de muchas promociones de estudiantes del glorioso colegio Benigno Malo, y de la Universidad estatal de Cuenca, en el área deportiva, específicamente en el básquet; entidades en las que ejerció con responsabilidad y abnegación la docencia en educación física, por más de 40 años. En su juventud fue parte principal de esos gloriosos quintetos de básquet, del centenario plantel benignista, del recordado y famoso club LDE, así como de la selección del Azuay; no en vano se ganó el apodo de “mano de oro”. Su comportamiento siempre educado, amigable y sincero, le hizo merecedor del respeto y la consideración de sus colegas y amigos; por su inmaculado proceder en esta vida terrenal, ha sido objeto de múltiples distinciones y homenajes, tanto por parte del Colegio Benigno Malo, como de la Universidad Estatal. Es por eso que, nos congratulamos por este gran acierto de la municipalidad, porque las muestras de reconocimiento, gratitud y respeto, se las debe hacer en vida. Realmente CASIMIRO, escrito así con mayúsculas, siempre ha sido un ejemplo como deportista y como hombre de bien; y por su intachable desenvolvimiento en todos los actos de su vida, se merece toda pleitesía y honor; la verdad que conozco a pocas personas con estas particularidades. ¡Que diferente sería nuestro país, si existieran centenares de seres humanos con éstos valores! Mis parabienes y felicitaciones, para él y su familia, por este acto de estricta justicia. Aplaudo también la labor de dos dilectos amigos, que se destacan en el quehacer cultural y literario, y que con sobra de méritos fueron igualmente galardonados por la municipalidad, con la presea “Guadalupe Larriva”, se trata de Catalina Sojos y James Pilco, para quiénes envío mis congratulaciones y mi abrazo sincero.(O)
DZM
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social con experiencia en coberturas periodísticas, elaboración de suplementos y materiales comunicacionales impresos. Fue directora de diario La Tarde y es editora.
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