La Josefina, treinta años después de que la montaña, denominada Tamuga, cayera en la zona, así denominada, aún la provincia y los cantones orientales, sienten la necesidad de asegurar el tránsito por esta vía. El 29 de marzo recordamos la caída del Tamuga y el 1 de mayo el destape de la presa formada por el caudal del agua de los cuatro ríos, detenido por treinta y tres días, que cambiaron el curso de la zona y que, al producirse el destape, ocasionó destrozos incalculables a lo largo del río Paute.
¡La historia de Cuenca y del Azuay se inscribe antes y después de la Josefina! Su economía determinada por la vialidad y, por tanto, el turismo, se vieron afectados. ¡Cuánto dolor en lo social y en lo económico! Felizmente, no se registraron pérdidas humanas.
A los 30 años de esta tragedia, se registra un florecer de la economía y el turismo. La Hotelería a todo nivel, se ha mejorado notablemente. Cabe anotar el caso de Uzhupud Garden, así llamado por su nueva administración, que convoca al turismo nacional e internacional, por haberse convertido en un sitio de exposición de miles orquídeas, profesionalmente tratadas e implantadas.
Lamentamos que en la noche del miércoles se produjo una inundación en el sector del Descanso, por las lluvias registradas, impidiendo el paso a los cantones orientales. Aspiramos a que la vialidad en el Azuay sea atendida, debidamente, por el Gobierno y el Ministerio del ramo. ¡Cuenca y el Azuay merecen atención prioritaria! (O)