¿Qué pasa en PACHAKUTIK?

Marco Salamea Córdova

La elección de Guillermo Churuchumbi como coordinador general de PACHAKUTIC, en el reciente Congreso de esta organización política, ha exacerbado la pugna interna que se da entre diversos sectores; una pugna que hasta ahora se había hecho visible sobre todo al interior de su bloque parlamentario en la Asamblea Nacional.

Recordemos que Pachakutik nació en 1996 como el brazo político de la Confederación de la Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), defendiendo como grandes principios ideológicos la plurinacionalidad, la defensa de la naturaleza (o ecologismo) y el comunitarismo. Desde ese entonces Pachakutik ha tenido la oportunidad de lograr algunos triunfos electorales, que le permitieron contar representantes en el órgano legislativo del Estado (llamado antes Congreso y hoy Asamblea) y sobre todo en los Gobiernos locales o subcentrales, tales como Prefecturas y Alcaldías, especialmente de la Sierra y la Amazonía.

Sin embargo, en los últimos años el ingreso a Pachakutik de sectores y personas con un pensamiento y comportamiento alejados de los principios ideológicos del movimiento indígena, llevaría  a que sectores de dicho partido político, no sólo busquen disociarse paulatinamente de la CONAIE, sino que conviertan a este en el caldo de cultivo de prácticas políticas oportunistas, antiéticas y desleales, que incluso han terminado en el apoyo  a Gobiernos ideológicamente opuestos al  programa ideológico-político original y a las luchas históricas del movimiento indígena y del propio Pachakutik.

Expresión de esto último ha sido,  por ejemplo, el apoyo dado por asambleístas y sectores de Pachakutik al Gobierno neoliberal del Presidente Lasso.

Son precisamente estos sectores los que impugnarían la elección de Churuchumbi, pues la presencia de éste al frente de Pachakutik podría llevar la depuración de esta organización política, al retorno de su articulación con el movimiento indígena que lo fundó ( la CONAIE) y al regreso a sus principios ideológicos originarios, esto es, principios reivindicados como de izquierda; un asunto que para el movimiento indígena resultaría significativo por ser el movimiento social más fuerte del país, y que por eso  mismo ha sufrido persecuciones en diferentes Gobiernos de turno.