En Cojitambo se protegen 116.42 hectáreas de sitio arqueológico

El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural estableció áreas de conservación para que autoridades establezcan normativas para su manejo y cuidado.

Las ruinas arqueológicas de Cojitambo, ubicadas en el cantón Azogues, están delimitadas bajo acuerdo ministerial tras un proceso de investigación. Se identificaron para protección 116.42 hectáreas (ha.), que equivalen a 1’164.213 metros cuadrados (m2), que se dividen en dos áreas.

El Ministerio de Cultura, a través del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), impulsó este proceso que duró alrededor de cuatro meses. La entidad se sustentó en estudios de tipo bibliográficos, etnológicos, arqueológicos y antropológicos.

La primera área comprende 32.62 ha., que representan 326.206 m2. Se ubica en la parte alta del cerro donde están los restos arqueológicos.

Esta área delimitada es considerada de máxima protección. Además que se encuentra asociada al Qhapaq Ñan (Camino del Inca) que ha sido determinado por la UNESCO como un patrimonio de la humanidad y que atraviesa las ruinas de Cojitambo.

Mientras, la segunda área se trata de 83.80 ha. que suman 838.007 m2, y se ubica en el entorno a la primera zona delimitada.

Se la considera como un espacio de amortiguamiento porque existe la posibilidad de vestigios enterrados o escondidos entre la vegetación.

De acuerdo con Lenín Uriarte, arqueólogo de la zonal 6 del INPC, la primera área se ha determinado exclusivamente para el uso e investigación científica. “No se puede realizar ningún tipo de construcción moderna, ni alteración del paisaje y del entorno que se encuentra en la parte monumental del sitio arqueológico”, aseveró.

En la segunda área existen usos restringidos. Se pueden realizar, por ejemplo, construcciones o remoción de suelos de acuerdo al hábitat arqueológico bajo control de las autoridades.

Además, las obras deben contar con la valoración arqueológica del espacio donde se va a intervenir. Los interesados deberán contratar un arqueólogo para los estudios previos.

Cojitambo no tenía delimitación porque los sitios arqueológicos no necesitaban un expediente para tener resguardo porque ya lo tienen por ley, ya que son un patrimonio cultural”, dijo Uriarte. Acotó que ahora existe un mayor interés por la necesidad de proteger, cuidar y poner en valor social los espacios delimitados.

Responsabilidad

Para Isabel Gárate, responsable de Patrimonio del Municipio de Azogues, con la delimitación de las ruinas de Cojitambo le corresponde a la próxima administración impulsar ordenanzas para el manejo y cuidado del sitio.

Aunque recalcó que la administración municipal saliente se ha preocupado en cuidar el bien como intervenciones apegadas a lo permitido por el INPC. -(I)

Dos sitios están con registro en el Austro

En las provincias de Azuay y Cañar -que son parte de la zonal 6 del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC)- se registran dos sitios arqueológicos con delimitación con base en un acuerdo ministerial. Se trata del parque Pumapungo, en el cantón Cuenca; y las ruinas de Cojitambo, en Azogues.

Lenín Uriarte, arqueólogo de la zonal 6 del INPC, explicó que se entregará en los próximos días este trámite para el complejo arqueológico Ingapirca, en el cantón Cañar. “El expediente está aprobado, solo hace falta la entrega al alcalde”.

Asimismo, se tramita el expediente para el complejo de Chobshi, en Sígsig. “El documento se encuentra en un proceso de revisión. Tendremos que esperar unas semanas, quizás unos meses más. Es un trabajo técnico que involucra a historiadores, geólogos, topógrafos, y más”, citó Uriarte. (I)

Detalles

  • 2 áreas comprende la delimitación de las ruinas arqueológicas de Cojitambo. La una, en la zona de los vestigios; y la otra, en el entorno.
  • La protección de las ruinas están regidas por la normativa nacional, así como internacional por ser una zona asociada al Qhapac Ñan, patrimonio de la humanidad.
  • Las ruinas de Cojitambo se ubican en la parroquia rural del mismo nombre que pertenece al cantón Azogues. La zona se caracteriza también por los picapiedreros.

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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