Una primera señal de transparencia dio a Cuenca el acalde electo, Cristian Zamora, quien asumirá el mando del cantón el próximo domingo.
Puso al escrutinio público a quienes serán parte de su equipo de trabajo. Para el efecto, creó una página web. A través de ella la ciudadanía puede conocer los perfiles de 25 directores departamentales, 4 coordinadores generales y 21 jefes de áreas.
Restan por conocerse quiénes administrarán las ocho empresas municipales. Provendrán de ternas propuestas por el nuevo alcalde; y, como ya se advirtió, los elegidos deberán asumir desafíos grandes, imprimiendo giros radicales para reflotar a algunas de ellas, por ejemplo, a ETAPA.
Los perfiles muestran el nivel académico y los cargos desempeñados anteriormente. Quienes quieran denunciar irregularidades u observaciones a los designados pueden hacerlo a un correo electrónico creado expresamente para el efecto, pero relacionadas a “temas de orden público, no personales”.
Conocer dichos perfiles es, por su puesto, importante; pero mucho mejor es saber si de pronto, tienen cuentas pendientes con la Justicia, si pagaron sus tributos, si en las entidades donde laboraron lo hicieron con ética y decoro; si tienen el blindaje moral como para no sucumbir ante tentaciones corruptas, así sean simples favores, ni siquiera a su parentela; si tienen la personalidad suficiente como para no hacer cosas, a lo mejor obligados por sus superiores.
De esta tarea deben preocuparse los diversos medios de comunicación, muy por encima del ejercicio simplón de revisar las declaraciones de bienes hechas por los escogidos ante la Contraloría, incluyendo las del alcalde y concejales.
De todas maneras, se trata de un ejercicio de ciudadanía plausible el lanzado por el alcalde electo.
Una administración municipal con liderazgo, transparente, en la cual todos marchen al unísono de las exigencias colectivas y de las ofertas de campaña a cumplirse, le vendrá bien a Cuenca.