Natalia Anabel Pesántez Bravo es una de las mejores patinadoras del país. Y todo se debe a su dedicación y esfuerzo por brillar en el deporte. Este 2023 será su último año como juvenil y quiere cerrarlo como campeona mundial. Ese reto se hará realidad en septiembre próximo, con motivo del Mundial a disputarse en Italia
Antes, intervendrá en el Campeonato Panamericano que se desarrollará del 27 de julio al 6 de agosto, en Colombia.
Anabel es considerada como una deportista disciplinada. Siempre lleva una sonrisa en su rostro. No obstante, en el momento de competir prima su seriedad y concentración.
La fondista, de 18 años, no siempre estuvo en la modalidad de velocidad. Pues su etapa como deportista la inició en el patinaje artístico, a los 5 años. Sin embargo, por casualidades de la vida, en sus entrenamientos en el Patinódromo de Totoracocha siempre le llamó la atención la forma de prepararse de los velocistas.
Desde entonces nació ese cariño por las pruebas de largo aliento. Desde un inicio es dirigida por la colombiana Angélica Gil.
“Mi familia pensó que solo iba a ser un pasatiempo. Pero luego de estar en una Colonia Vacacional, el cariño y la pasión por las ruedas se convirtió en un hábito. Llevo cerca de una década en esta disciplina. En mi familia soy la primera deportista”, recuerda entre risas la azuaya.
A pesar de que este deporte es considerado como extremo, para Anabel ya no existe temor, más bien las caídas y golpes que ha tenido en sus diferentes competencias le han servido como impulso para levantarse más fuerte y seguir entrenando.
En su etapa de formación admiró el trabajo de Emma Clare (exseleccionada nacional) y en la actualidad sigue los pasos de la quiteña Gabriela Vargas.
Sus condiciones para rodar con fuerza y conseguir medallas se evidenciaron enseguida. A los 11 años ya fue parte de una selección provincial en unos Juegos Nacionales, incluso consiguió podio en la prueba de relevos.
Apoyo
Desde entonces, los logros en su carrera como patinadora en pruebas de fondo no han parado. A más del esfuerzo en la pista, la representante cuencana destaca el apoyo de sus padres Franklin Pesántez y Miriam Bravo, quienes la acompañan en todo momento.
“Este deporte es caro pero hacemos el esfuerzo para verla feliz y cumpliendo sus sueños. Ella es una joven dedicada y estamos para apoyarla”, aseguró el padre de Anabel.
En sus nueve años como deportista, sus triunfos ha sido constantes. Pero el mejor momento que lleva en la mente es su participación en un Campeonato Sudamericano que se cumplió en el 2018, en México.
Allí, la azuaya logró su primera medalla de oro a nivel internacional y lo hizo en la prueba eliminación. Además sumó una de plata y dos de bronce. Esas alegrías fueron compartidas con su padre y entrenadora. Ambos la acompañaron durante todo el certamen.
En su etapa de patinadora no todo fue ‘viento en popa’. Ya que en el 2017 la azuaya sufrió la fractura de clavícula. Su recuperación fue complicada. Incluso pensó dejar este deporte, pero su cariño por el patinaje pudo más.
A sus 17 años ya obtuvo una medalla mundial de bronce. Lo hizo en el 2022 en Argentina, en la modalidad relevos (Martina Pita y Fernanda Moncada). Esto le da confianza para alcanzar un título ecuménico, en su último año como juvenil. Espera que la presea de oro se concrete en la prueba combinada, su favorita.
En 2024 competirá en la categoría mayores; su objetivo: brillar internacionalmente. Seguirá con un régimen cuidadoso en su alimentación. Y dedicará dos horas para el gimnasio y sus entrenamientos.
En sus ratos libres -en general los domingos- aprovecha el tiempo para leer libros basados en series de ficción. También utiliza este tiempo para la repostería. Lo hace junto a su hermana menor, Alejandra (14 años). Entre las dos elaboran tortas de banana o pancakes.
La joven patinadora también está próxima a graduarse. Cursa en la actualidad el tercer año de bachillerato en la Unidad Educativa Octavio Cordero Palacios. Su meta es estudiar en la Universidad una carrera vinculada al deporte.
“No siempre vamos a estar en la cima. Si nos caemos hay que levantarse con más fuerza. Esto es un proceso que se combina con alegrías y tristezas”.
“Ella muestra mucha proyección”
La colombiana Angélica Gil ha sido la formadora de Anabel Pesántez en todo su proceso deportivo. Lleva cerca de 10 años acompañando a la cuencana, a quien la considera como una deportista con objetivos claros.
“Es una nena dedicada y también tiene el apoyo de su familia”.
La estratega la considera como extrovertida y dedicada en su planificación.
http://54.196.56.88/2023/04/19/seleccion-de-patinaje-se-fortalece-con-talento-azuayo/
