Mañana domingo, se elegirán las nuevas autoridades de la Asamblea Nacional, hecho que a pocos interesa por el desprestigio –bien ganado- del otrora primer poder del Estado.
Asumen funciones alcaldes, prefectos, concejales, juntas parroquiales y nuevos funcionarios. Hay expectación, aunque se espera más bien poco de las nuevas autoridades, que no roben es lo primero, que no conviertan a las instituciones en botín para agnados y cognados, que hagan su trabajo sin reclamar o esperar el aplauso y agradecimiento por hacer lo que deben.
Veremos pronto la verdadera esencia de cada personaje -parafraseando a Confucio- al ejercer el poder los conoceremos. Tienen hoy el beneficio de la duda, esperemos que pueden disfrutar del poder más grande, que es la autoridad moral, como dijo García Márquez.
A partir de mañana empieza el conteo regresivo para cumplir las ofertas de campaña, para servir como han prometido.
Que sigan siendo “ciudadanos de a pie”. Pobre de aquel que crea que el cargo le da valor. (O)