El reconocimiento de los pueblos indígenas en la nueva Constitución de Chile no es un hito suficiente, debe incluir derechos colectivos reales en temas culturales y de recuperación y gestión del territorio, advirtió hoy a Efe Alihuen Antileo, único representante indígena elegido para el nuevo Consejo Constituyente.
En una entrevista exclusiva, el abogado mapuche subrayó que luchará, asimismo, para que los pueblos indígenas “tengan participación política en aquellas instancias donde se deciden políticas públicas que nos afecten directamente, como el presupuesto nacional”.
“Después haremos el balance correspondiente que se consiguió y que no, y en función de eso fijaremos nuestra posición de manera colectiva», señaló.
«Decirle no a toda nuestra demanda puede tener como efecto que en el plebiscito de salida de diciembre, si no hay ningún derecho consagrado para los pueblos indígenas, se llame a votar rechazo», avisó.
CADA VEZ MÁS MOVILIZADOS
Sin escaños reservados entre los 50 constituyentes, al contrario que en la pasada convención, y con la obligación de superar los 190.000 para ser elegidos, pocos auguraban que en esta ocasión hubiera representantes de los pueblos originarios.
“Hay una tendencia de mayor participación política y electoral de parte de los pueblo indígena en los últimos diez años y esa tendencia es moderada pero sostenida…. el movimiento indígena quiere seguir teniendo poder de decisión”, agregó.
Otros colectivos “han adquirido derechos de décadas por distintas razones, pero los indígenas estamos en la misma posición de hace 150, 200 años. No tenemos nada, nunca hemos tenido una mención en ninguna Constitución, esa es la diferencia. Es mejor tener poco a nada. Así planteamos la campaña”.
“No vamos a tener los 45 o 50 artículos que se propusieron en la primera, pero podemos tener cinco o seis, y eso va a significar mucho diálogo”, agregó el abogado antes de admitir que los pueblos indígenas son conscientes que con el primer rechazo perdieron una oportunidad histórica.
RESTITUCIÓN DE TIERRAS
Pese a que la mayoría de la ultraderecha compone un consejo constituyente menos proclive, a priori, a las aspiraciones indígenas, Antileo cree que el diálogo y los cálculos políticos a futuro, junto a los principios ya acordados, les ofrecen muchas posibilidades de éxito.
Como una mayor presencia en la comisión de presupuesto del Congreso «donde tenemos dos diputados entre 155. Por lo tanto, a la hora de plantear un aumento de presupuesto, por ejemplo, en materia de salud o de cultura indígena, no, prácticamente no incidimos en nada”, explica.
“¿Qué pedimos? Escaños reservados ahí también. Hay sectores más conservadores que plantean que no. Pero otros que podría estudiarse” un número que varía entre 3 y 17 si se atiende al porcentaje de población indígena, que en Chile es de un 13%, subrayó.
“El guarismo numérico es un tema que se puede discutir en la Constitución, lo mismo a nivel regional, lo mismo a nivel municipal. Y también el tema de catastro y restitución de tierras. Es también una demanda histórica mapuche que vamos a plantear y que pensamos que también podemos lograr algún grado de consenso” en el Consejo Constituyente, señala.
ESPERANZA EN EL DIÁLOGO
Donde no van a incidir, sin embargo, es en temas que causaron polémica en el anterior proceso constituyente como la plurinacionalidad, «ya resuelta en los principios básicos», y la justicia indígena, y se centrarán «en aquello que tenga alguna posibilidad de ser consagrado… de acuerdo a la nueva correlación de fuerzas que tiene este Consejo Constitucional”, subrayó.
“Claramente es un escenario no tan favorable como en la primera» pero “tengo la impresión que en el desarrollo del debate del Consejo Constitucional se van a flexibilizar las posiciones, se van a moderar en algunos aspectos”.
«¿Por qué? Porque el tema indígena es un tema que tiene que ser abordado con una visión de Estado. Si alguien quiere gobernar este país tiene que tener una visión general», remarcó.
Al hilo de este argumento, Antileo opinó que “a día de hoy el principal problema político que tiene el Estado es el tema indígena, el tema mapuche. Por lo tanto hay que darle un curso institucional, hay que ceder también de parte de esos sectores que llegan con posturas bastante rígidas, que generalmente han estado más alejadas de nuestras demandas. Pero creo que va a primar esa cordura y esa madurez política”, subrayó.
“Y aquí puede pasar algo parecido también con estas orgánica en sus áreas de influencia. Puede que ellos digan no, pero que sus base digan que sí, que quieren una salida institucional, democrática y pacífica a este conflicto que se arrastra ya por décadas».
«Por eso es una apuesta que pensamos debería atenderse, porque es una forma de alcanzar paz, pero una paz con dignidad y con respeto», concluyó. EFE