Feminista ¡Sí señor!
Lo más bonito de mi regreso a Cuenca es sin duda compartir tiempo de calidad con mi familia, encontrarme con tantas personas especiales que han sido mi gran aprendizaje y son mi contención, pero en esta ocasión el regreso fue diferente, cuando escuché que el avión estaría piloteado por la Capitán de vuelo Cristina Barba y la Capitán Esmeralda Sánchez, instructora.
Por alguna razón también viajé en primera clase y que delicioso beber una Pilsener en lata bien helada cuando todo en mi entorno ya estaba perfecto: un trabajo que lo realizo con firme convicción, pasión y devoción por la causa; una adorable familia que me espera y por qué no decirlo, una cama que la extraño como a nada.
Muy probablemente esta narrativa sea muy elemental, incluso hasta descomplicada, pero a varios metros de altura y entre nubes gocé de lo que hoy la vida me ha dado a manos llenas. Con esa misma abundancia y sinceridad comparto mi sentir porque la vida nos pone en determinado lugar en unmomento preciso, así soy yo…
Termino estas líneas para seguir compartiendo con orgullo mi sentir feminista, más aún cuando en aquel vuelo, varios pasajeros se acercaron a la cabina, lugar que aproveché para capturar en una foto de apuro a las mujeres que aterrizaron perfectamente la aeronave de la compañía Latam.
Las mujeres somos parte de una sociedad de desarrollo y de un mundo transformador, lo único que necesitamos es la oportunidad para romper de una vez por todas con los techos de cristal.