Uno de los primeros ejercicios que hacemos como especie humana es el reconocernos como parte de un grupo o colectivo, el sentido de pertenencia, nos permite definirnos, pero, sobre todo, saber que no estamos solos.
Definirnos no siempre resulta un ejercicio simple, para muchas personas, responder a la pregunta ¿quién eres? es complejo, hay condiciones que preferimos ocultar o negar.
En Cuenca, una persona puede ser valorada o descalificada por el apellido, por su origen étnico o por su apariencia, sin importar mucho sus capacidades intelectuales o sus valores. En este contexto, reconocer públicamente la orientación sexual o la identidad de género resulta un acto de valentía.
El 17 de mayo se celebró el Día contra la LGBTI fobia, una fecha en que se reconoce la urgencia de borrar los prejuicios y poder hablar sobre quiénes somos, sin miedo a nuestra identidad. (O)
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