El exteniente de Policía, Germán Cáceres, fue sentenciado a 34 años y ocho meses de prisión por el femicidio de su esposa María Belén Bernal, en un hecho violento registrado en la Escuela Superior de Policía el 11 de septiembre del año anterior.
La sentencia fue dictada la noche de este jueves 25 de mayo de 2023 durante la audiencia desarrollada en el Complejo Judicial Norte de Quito. Se le dio la pena máxima estipulada por este crimen y le otorgó a la familia de la víctima 234.000 dólares como reparación.
El subteniente Alfonso Camacho, quien era procesado como autor directo por omisión, fue absuelto.
Cáceres, confeso del femicidio, dijo que que asesinó a Bernal durante una discusión cuando ella acudió a verlo porque estaba borracho mientras cumplía la guardia dentro de la institución de formación policial.
Tras asesinarla ocultó su cuerpo, lo sacó de la Escuela de Policía y lo lanzó al cerro Casitagua.
Elizabeth Otavalo, madre de María Belén, hizo pública la desaparición y a nivel nacional se generó una ola de cuestionamientos a la institución policial por las omisiones realizadas; Bernal había gritado por ayuda. Cáceres ya había huido del país.
El cuerpo fue hallado 10 días después tras una intensa búsqueda.
La sentencia
Antes de la audiencia, Otavalo y grupos de colectivos de mujeres se concentraron en el exterior del Complejo Judicial para exigir justicia.
El abogado de Cáceres, Sebastián Espinoza, había adelantado que pediría una sentencia por homicidio, pero no por homicidio.
Tras finalizar la audiencia, el abogado Jesus López, defensa de Elizabeth Otavalo, aclaró que el estado de inocencia de Camacho no es definitivo y apelarán.
Informó que el Tribunal dispuso una reparación simbólica que es crear una medalla con el nombre María Belén Bernal, que se otorgará a la mejor cadete que tenga la primera antigüedad en la Escuela Superior de Policía.
Otavalo dijo que se siente conforme con la sentencia a Cáceres porque es lo máximo que da la norma, «sin embargo, eso no me devuelve a mi María Belén«.
La captura de Cáceres
Fue el mismo Cáceres quien le contó a Otavalo sobre la desaparición de Bernal y quien puso la denuncia en la Fiscalía sobre su desaparición.
Tres días después del femicidio salió de Quito en su moto, cruzó la frontera de Colombia y luego de atravesar el país se instaló en Palomino, un barrio peligroso del caribe colombiano.
Cáceres trabajaba como bartender, estaba con barba, cambió su identidad y decía ser mexicano, pero el acento lo delató.
Un “gracias ñaño” llamó la atención de un turista ecuatoriano que le tomó una foto.
Tras un operativo fue detenido la noche del 30 de diciembre de 2023.
Fue trasladado a Bogotá y luego expulsado de Colombia.
En Ecuador fue trasladado a la cárcel conocida como La Roca, en Guayaquil, donde permanecía hasta el 4 de abril, fecha en la que se registró un asesinato entre reos; luego pasó a la cárcel de Quito.
