En 1996 abrió sus puertas ‘La Casa del Disfraz’, que años después pasó a llamarse ‘Maskerade’. Con un total de 100 disfraces, Pablo Coronel instaló su local con el que se propuso revolucionar el negocio del alquiler de ropa.
A día de hoy posee un catálogo de 32.000 vestuarios divididos en 20 categorías, con una cartera de 25.000 clientes al año. Por los años 90, la costumbre era alquilar un traje para el Pase del Niño, en diciembre y luego para el Día de los Inocentes, en enero.
Sin embargo, Coronel ha logrado incorporar el uso de disfraces en distintos eventos y temporadas a lo largo del año. Lo ha hecho con atención personalizada, con asesoría e investigaciones de cada traje que confecciona ya sea local, nacional o internacional.
“Esta es una idea que surge desde mi madre, Martha Galán Vega. Ella confeccionaba vestuarios y los vendía a otros establecimientos de Cuenca. Pero nos motiva a sus hijos para que abramos esta línea de negocio. Así empezó ‘La Casa del Disfraz‘, que no lo pude patentar con ese nombre, porque había otro en Quito”, recordó Pablo Coronel.
Aunque empezó solo en este emprendimiento, en la actualidad genera 10 plazas de empleo y dirige ‘Maskerade‘, una compañía que aglutina cuatro empresas. Estas son: el taller de diseño y confección, venta al público, mantenimiento y área administrativa.
Su filosofía ha sido la constante renovación de los vestuarios. “Debo estar en el boom. Cuando sale una película el disfraz tiene que estar listo previo al estreno, porque a algunos chicos les gusta ir vestidos del personaje”, explicó.
Pablo Coronel, de 52 años, es un apasionado por los disfraces. Sin embargo, entre risas confiesa que, no le gusta disfrazarse.
Portafolio
En ‘Maskerade’, ubicado en las calles Santander 1-33 y Héroes de Verdeloma, se encuentran trajes desde cavernícola, hasta una sección sobre la Guerra de la Galaxias, pasando por las grandes civilizaciones -egipcia, griega y romana-; las revoluciones, los líderes autoritarios.
A esto se suma Carnaval, cine y televisión, cómics. Así como princesas de Disney y Super héroes con sus respectivas parejas. Personajes de videojuegos como Mario Bros, o de caricatura como Masha y el oso; profesiones; un segmento de naturaleza con flores, plantas, la Luna, el Sol o los planetas.
Una clasificación especial es la sección de Cuenca, Ecuador, Sudamérica y el resto del mundo.
El traje que más demanda tiene es el de Chola Cuencana, los hay desde la talla cero en adelante. “Mi característica es que diseño los trajes tradicionales, pero también se los adapta y se los estiliza conservando los colores y los rasgos. He diseñado más de 10 modelos de cholas estilizadas”, indicó.
En este ámbito, la empresa pasa de lo comercial a lo cultural, por el apego de Coronel a salvaguardar la cosmovisión andina y por sus vínculos con las artes escénicas, como la música, la danza, el cine y el teatro.
En 1999, con la designación de Cuenca como ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, se registró un repunte en la preferencia por el traje de la chola. «Fue un hito que cambió la mentalidad y llevó a los cuencanos a sentirse orgullosos de lo que somos».
Nichos de trabajo
Los nichos de trabajo de ‘Maskerade‘ son, principalmente, los establecimientos educativos, con los cuales trabaja hasta con tres meses de anticipación con los pedidos, para dar abasto.
También provee a las academias de baile o de ballet, al Conservatorio.
Los trajes se alquilan para cumpleaños y celebraciones, para eventos en discotecas o para fiestas temáticas, que han ido ganado espacio en los últimos años.
Un 99% de transacciones es alquiler y el 1% es venta. El costo por el alquiler de un traje va desde los nueve dólares. En venta, un vestuario puede costar 60 dólares. Pero hay indumentarias, entre ellas, la de Mayoral o trajes especiales, cuyo valor puede superar los 250 dólares. Uno de los disfraces que más se comercializa es la mascota de cuy, cuyo precio ronda los 220 dólares.
«En la actualidad somos un referente. Aunque inicialmente la idea era que esto sea barrial, la pasión por este trabajo me ha llevado a ser reconocido no solo en Cuenca, sino en la región. Tengo una empresa de transporte que lleva los trajes a cantones como Gualaceo, Paute, Girón y Santa Isabel en Azuay. En Cañar van a Azogues, Biblián, Suscal y Zhud. Tengo clientes en el Oriente, en la Sierra Centro y en la Costa. Esporádicamente llevan a Quito y Guayaquil», detalló el director general.
Investigaciones
Para diseñar los trajes y mantener las características de la indumentaria, Pablo Coronel ha llevado a cabo una serie de investigaciones ‘in situ’. Ha asistido a festividades por todo el territorio ecuatoriano en pueblos de Saraguro, Otavalo, Macas, Latacunga, Cotopaxi, Pichincha y la Amazonía, entre otros.
Trabaja con 100 proveedores artesanos a escala nacional, con el objetivo de dinamizar la economía en cada uno de esos sectores.
Asimismo, ha recorrido Latinoamérica para profundizar sus conocimientos en cuanto a los vestuarios originales de pueblos de Perú, Argentina y Bolivia. Ha estado en Convenciones de disfraces en Estados Unidos y Europa, de donde trae vestimentas originales.
«Amo el disfraz. He asistido a distintos desfiles, entre ellos, el de Oruro en Bolivia, al de Halloween en Nueva York. Los puedo ver por horas, observo y capto los detalles», contó Coronel.
En la última semana, el trabajo en el taller de producción de ‘Maskerade’, se ha centrado en la elaboración de trajes de los personajes de la saga de videojuegos de Mario Bros. XCA
Temporadas
Diciembre es la temporada más fuerte del año, debido a los programas de Navidad y los pases del Niño, entre ellos, el del Niño Viajero. Durante todo el mes, pueden llegar a rotar hasta 30.000 vestuarios.
Para las escuelas que optan por hacer programas americanizados, Coronel posee una sección de personajes como Papá y Mamá Noel, duendes, Grinch, renos. Sin embargo, para mantener la tradición tiene una amplio catálogo que incluye la Virgen María, San José, los reyes magos, los ángeles y los pastores.
“Mi local tiene que ser ‘apolítico’ y ‘arreligioso’”, aseguró. Desde enero hasta diciembre, el trabajo no para en ‘Maskerade’, donde se confeccionan un promedio de 45 trajes a la semana. (I)
DATOS
- Del vestuario que se alquila en ‘Maskerade’ y que no es devuelto, el perjuicio suma alrededor de 4.000 dólares al año, por los costos de cada disfraz.
- Las redes sociales, sobre todo Pinterest, son un gran aliado para Pablo Coronel, quien procura mantenerse al día en tendencias de moda, colores, telas, insumos y diseños.
- Ejerció la Arquitectura hasta el año 2000. En adelante se dedicó exclusivamente el mundo del disfraz. De su profesión, aplica lo que es historia de la Arqueología, el arte, los colores, las formas, las figuras, las proporciones, el diseño y la administración de una empresa.
- En la época de la pandemia que se desató en 2020, se vio obligado a cerrar dos sucursales en Cuenca. Sin embargo, proyecta reabrir esos locales este año.
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veces se alquila un traje antes de darlo de baja. Esto para mantener la indumentaria lúcida, con colores brillantes e ir renovando los diseños.
“Para emprender se puede necesitar 500 dólares, pero en la mente pueden estar cinco millones de dólares. Si todo lo material desaparece; la pasión y el conocimiento, jamás. Y eso es lo que tiene valor”.
Pablo Coronel Galán. Director general de ‘Maskerade’.