Pekín ha suspendido momentáneamente sus planes para construir una primera planta de energía nuclear flotante en aguas del mar de China Meridional aduciendo razones de seguridad, recoge hoy 31 de mayo de 2023 el periódico hongkonés South China Morning Post.
El plan, consistente en construir una flota de reactores de energía nuclear, es incierto después de que los reguladores no dieran su aprobación final para construir la primera planta, que tiene como objetivo generar electricidad para infraestructuras marítimas.
«Las plantas de energía nuclear flotantes tienen varias ventajas naturales y la tecnología para construirlas está lista. Tanto la Corporación Nacional Nuclear de China como la Corporación de la Industria de Construcción Naval han investigado esta posibilidad, pero la construcción del primer proyecto aún no se ha aprobado», afirmó Wang Donghui, uno de los ingenieros a cargo del proyecto, citado por el diario.
«La seguridad y la viabilidad siguen siendo las principales preocupaciones de las autoridades reguladoras», dijo además Wang en un artículo publicado en la revista Nuclear Power Engineering el 25 de mayo.
Según South China Morning Post, la negativa sorprendió a los científicos, que consideran los reactores de energía nuclear flotantes más seguros que los que están en tierra.
«El océano actúa como un disipador de calor natural, lo que ayuda a enfriar el núcleo del reactor y lo hace más seguro. En escenarios de accidentes extremos, se puede canalizar agua de mar como refrigerante de emergencia para evitar una fusión del núcleo y garantizar la seguridad del reactor», agrega Wang en su artículo.
También asegura que el reactor y la plataforma flotante que lo soporta «ya están bastante maduros tecnológicamente» después de dedicar más de 10 años a la investigación.
Una planta de energía nuclear flotante proporcionaría a China una fuente confiable de energía para actividades militares y civiles en islas remotas en el mar de China Meridional, si bien también podría hacer aumentar las tensiones regionales e incrementar el riesgo de accidentes o incidentes con graves consecuencias ambientales o geopolíticas, según el rotativo.
China tiene contenciosos abiertos con otros países asiáticos desde hace años por la soberanía de varias islas en ese mar, en especial sobre la totalidad o parte de los archipiélagos Spratly (Nansha, para los chinos) y Paracel.
Estas tensiones se han recrudecido recientemente debido a que Pekín ha realizado construcciones y ha desplegado misiles en varias de ellas, mientras que EEUU ha enviado aviones y buques de guerra a las aguas circundantes, entre acusaciones recíprocas de militarizar la zona. EFE