Tras la hecatombe de la Segunda Guerra Mundial, el 26 de junio de 1945 se establece un nuevo orden internacional cuando 51 estados firman en San Francisco, la carta que da origen a la Organización de Naciones Unidas ONU, escrito que da un mensaje de fe profunda en búsqueda de la dignidad del ser humano, circunstancia que comenzó a generar conciencia y preocupación sobre la necesidad de proteger en forma íntegra a las personas, entre las cuales se encuentran los niños, niñas y adolescentes.
Englantyne Jebb, activista social, mujer valiente, trabajo activamente sobre la protección de los derechos de los niños. Con el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja, promovió la primera Declaración de los Derechos de los Niños, luego la Liga de Naciones, la cual adoptaría y ratificaría la “Declaración de Ginebra sobre los Derechos de los Niños” el 22 de septiembre de 1924. Un año después, por primera vez se declara el “Día Internacional del Niño”, señalando para tal efecto el 1 de junio.
El 14 de diciembre de 1954, la Asamblea General de las Naciones Unidas recomienda que se instituyera en todos los países un “Día Universal del Niño” sugiriendo a los gobiernos que celebren dicho día, en la fecha en la que creyeren oportuno.
En nuestro país celebramos el día internacional del niño el 1 de junio de cada año. Nuestra legislación de niñez y adolescencia define como niño a “… toda persona que no ha cumplido doce años de edad. Adolescente es la persona de ambos sexos entre doce y dieciocho años de edad…”, etapa de la vida de cambios permanentes en todos los espacios de una persona, en lo físico, psicológico, afectivo, cognitivo y espiritual, período de evolución del ser humano que sienta las bases que marcan el camino de formación de un ciudadano.
Este día en que conmemoramos a este segmento de la población debemos preguntarnos si realmente al celebrar su día se hacen efectivos sus derechos o simplemente es un día más para festejar como muchos otros con dulces, música, pizza y coca cola. Al respecto debemos realizar una reflexión sobre este tema. Para celebrar el día internacional del niño de un modo responsable, deberíamos tomar en cuenta si las autoridades de gobierno nacionales y locales, encargadas para ello, mantienen en sus agendas proyectos para el desarrollo de políticas públicas que permitan el accesos directo e inmediato de todos los niños a una vida digna que les permita el disfrute pleno de las condiciones socioeconómicas necesarias para un desarrollo integral, derecho que asegure alimentación nutritiva, equilibrada y suficiente, salud integral que conlleve a prevención, atención médica y provisión de medicina, recreación, cultura y deporte, vestuario, vivienda segura, higiénica y dotada de los servicios básicos y sobre todo, uno de los derechos más importantes para todas las personas, una educación de calidad que asegure el conocimiento, los valores y aptitudes indispensables para desarrollar su personalidad, la capacidad mental y física de los niños y niñas hasta su máximo potencial que les permita desarrollar su personalidad, prepararlos para ejercer una ciudadanía responsable, ser sujetos reflexivos, amantes de la paz, respetuosos de la persona humana y sobre todo que cultiven un pensamiento autónomo, crítico, creativo y democrático que les permita ser personas de bien para ellos mismos, sus familias, la sociedad y la patria.
La Constitución de la República en el artículo 44 garantiza el principio de interés superior del niño, principio que se encuentra plasmado en el artículo 3 de la Declaración de los Derechos del Niño y que se lo define en el artículo 11 del Código de la Niñez y Adolescencia como “…un principio que esta orientado a satisfacer el ejercicio efectivo del conjunto de los derechos de los niños, niñas y adolescentes; e impone a todas las autoridades administrativas y judiciales y a las instituciones públicas y privadas, el deber de ajustar sus decisiones y acciones para su cumplimiento. Para apreciar el interés superior se considerará la necesidad de mantener un justo equilibrio entre los derechos y deberes de niños, niñas y adolescentes, en la forma que mejor convenga a la realización de sus derechos y garantías…”. Por lo expuesto, el interés superior del niño es toda una doctrina de protección integral de sus derechos; una corriente de pensamiento orientada a la defensa total de su bienestar y ejercicio pleno de sus derechos y garantías; una filosofía de vida encaminada al reconocimiento de sus necesidades materiales, biológicas, intelectuales, afectivas y culturales, las cuales al ser satisfechas conducirán a su completo desarrollo moral y social siendo, sus padres los principales garantes para que se hagan efectivos; así como el estado, la sociedad y la familia.
Si en verdad deseamos celebrar este día de una forma auténtica, no lo hagamos únicamente como anualmente lo venimos haciendo, celebrar el día del niño con helado, torta, bombas y regalos. Mantengamos presente en forma permanente un compromiso por la protección de sus derechos a través de políticas públicas que permitan que estos derechos y garantías no consten líricamente en la normativa vigente, sino más bien busquemos alternativas que nos permitan formar ciudadanos amantes de la paz, que rechacen todo tipo de violencia, solidarios ante la desgracia de los desamparados, sensibles ante los problemas de los demás, irreverentes ante las injusticias, cuestionadores de políticas antidemocráticas y sectarias, custodios de la naturaleza. Busquemos los medios apropiados que nos permitan formar ciudadanos con un pensamiento libre y tolerante de las opiniones y creencias de todos, comprometidos por la búsqueda de la igualdad, la libertad y la fraternidad para todas las personas. Hacía allá encaminemos nuestra energía para celebrar permanentemente este día con cariño y compromiso.
Recuerdo, cuando universitario, escuche a un gran ciudadano que marcó huella en nuestra ciudad, Monseñor Luis Alberto Luna Tobar, quien sabiamente solía decir que el cambio de un nuevo pensamiento para una sociedad libre y democrática no solo esta en las escuelas, colegios y universidades; el cambio está en los niños y niñas que inician su formación en la educación inicial en los pre escolares, en la formación de ciudadanos sensibles, humanos, fraternos y solidarios con el prójimo, que se desarrollen en la profesión, arte u oficio que escojan en búsqueda del progreso social. Si es así, en nosotros está. Feliz día internacional del niño.