Chicago (EE.UU.).- Las personas con cáncer de ovario avanzado recientemente diagnosticado y sin mutación en el gen BRCA a las que a su tratamiento habitual se le añadieron los fármacos durvalumab y olaparib tienen una supervivencia sin progresión de la enfermedad mejor que quienes recibieron solo la terapia estándar.
Así lo afirma el ensayo clínico internacional en fase II DUO-O, presentado este sábado en el marco del congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés), el principal del sector, que se inauguró el viernes en Chicago y se clausura el martes.
ASCO recuerda que en 2023 se estima que se diagnosticarán 19.710 casos nuevos de cáncer de ovario solo en Estados Unidos y que esa enfermedad provocará unas 13.270 muertes.
Solo el 20 % de todos los casos de cáncer de ovario se detectan a tiempo. Y cuando la enfermedad se localiza en el estadio III o superior, las tasas de supervivencia pueden ser tan bajas como el 30 %.
La mitad de las pacientes a las que se les diagnostica cáncer de ovario tienen 63 años o más, y este es más común en personas de raza blanca que en las de raza negra.
DUO-O, financiado por la farmacéutica AstraZeneca, se efectuó en un grupo internacional de 1.130 pacientes con un tumor ovárico epitelial en fase III o IV. Ese tumor se origina en la superficie externa de los ovarios.
Se las dividió en tres grupos. Aunque todas recibieron el tratamiento estándar, con los fármacos de quimioterapia paclitaxel/carboplatino junto a bevacizumab y el mantenimiento con bevacizumab, a las del segundo y el tercero se les añadió durvalumab, y el tercero incluyó también olaparib en el régimen de mantenimiento.
No se vieron diferencias significativas cuando la vía habitual incluía durvalumab.
Sin embargo, cuando el cóctel también contenía olaparib, en aquellas personas con un tumor HRD+ -que presenta mayor dificultad de reparación del ADN de sus células-, la supervivencia libre de progresión se situó en 37,3 meses, frente a los 23 de las que recibieron el tratamiento habitual.
Para esas mismas pacientes con HRD+, el riesgo de progresión de la enfermedad fue un 51 % inferior. Y frente al tratamiento estándar, el riesgo de progresión fue un 32 % inferior en todas las participantes, tanto en aquellas con tumores HRD positivo como negativo.
Cerca del 90 % de mujeres completaron el ensayo. El 34 % de las integrantes del grupo estándar experimentaron efectos secundarios «serios», un porcentaje que se elevó al 39 % en el grupo con olaparib y al 43 % en el que se sumó solo el durvalumab.
ASCO recuerda que aunque la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA, en inglés) ha aprobado más terapias contra el cáncer de ovario desde 2014 que en los 60 años anteriores juntos, el número de recaídas se mantiene alto y ronda los dos años.
Por ello se considera que el incremento de la supervivencia libre de progresión y la reducción del riesgo de muerte detectado al incluir durvalumab y olaparib es un avance prometedor para esas pacientes. EFE