La hidroeléctrica “Daniel Palacios” lleva cuatro décadas en operación comercial continua. Las comunidades del área de influencia han recibido desde el 2018 años USD 17 millones.

Una modernización de las instalaciones. A eso se apunta en la central hidroeléctrica Paute-Molino que cumplió el pasado 20 de mayo 40 años de generación comercial continua de energía eléctrica al país.

La Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC EP) necesita 180 millones de dólares para intervenir esta central considerada como la segunda más grande del Ecuador detrás de Coca Codo Sinclair. Paute-Molino es parte del complejo hidroeléctrico Paute Integral que lo conforman también las centrales Mazar, Sopladora y Cardenillo, ubicadas entre las provincias de Azuay, Cañar y Morona Santiago. Las tres primera están en funcionamiento y la última en estudios.

El complejo aporta con 1.757 megavatios (MW) al Sistema Nacional Interconectado. Del total, la central Paute-Molino proporciona 1.100 MW que representa más del 60 % de la capacidad energética.

Según Paúl Vásquez, gerente de la Unidad de Negocios CELEC SUR, para concretar la modernización de la central Paute-Molino -también conocida como “Daniel Palacios”, en honor al visionario ingeniero que concibió el proyecto- se cumplió ya un primer paso al contar con un levantamiento de las necesidades técnicas, actualizaciones, especificaciones y estudios de mercado que generalmente toman “mucho tiempo” el conseguirlo para avanzar.

“La central Paute-Molino es una joya que debemos cuidar. Hay que cambiar los sistemas electrónicos, de comunicación, tecnológicos para que continúe a la vanguardia. Es un proyecto ambicioso que incluye la subestación…”, citó Vásquez.

El proyecto será tratado por la gerencia general de la CELEC EP. Así se pondrá en consideración del Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables, considerando la gran inversión de recursos. Se espera en unos dos o tres meses contar con importantes novedades sobre procesos de contratación.

Por otro lado, la CELEC EP ha invertido desde el 2018 hasta la fecha cerca de 17 millones de dólares en las áreas de influencia directa del complejo hidroeléctrico Paute Integral. La cifra se divide en 8,1 millones para obras comunitarias y de desarrollo local; y 8,4 millones en procesos de contratación inclusivos en los que se prioriza la mano de obra local.

La construcción del puente sobre la quebrada del río Jurupis, por ejemplo, es una de las últimas obras de gran envergadura que financió la CELEC EP en la zona de influencia que permitió restablecer el tránsito en la vía Paute-Guarumales-Méndez. La obra concluyó en el 2022 con una inversión de cerca de dos millones de dólares.

Asimismo, se aporta para obras de saneamiento ambiental, mantenimiento de vías, infraestructura educativa y de salud, dotación de equipos e internet, entre otros aspectos.

Necesidades

Las autoridades de la zona de influencia reconocen el aporte de la CELEC EP en estos últimos cuatro años. Sin embargo, solicitan una mejor inversión y redistribución de los recursos.

Paulo Cantos, alcalde de Guachapala, se quejó en la primera sesión de la Cámara Provincial del Azuay de que las zonas de influencia apenas reciben 340 mil dólares de los cerca de 30 millones que se generan de regalías por la venta de la energía eléctrica.

La mayoría de recursos van hacia el Guayas y otras provincias. Esto motivó a la Cámara a solicitar la comparecencia del principal de la CELEC EP para que explique los circunstancias.

De su lado, Bayron Rubio, alcalde de Sevilla de Oro, cree que la compensación por la presencia de las centrales hidroeléctricas no han cubierto las principales necesidades de su cantón, especialmente de los habitantes de las parroquias Palmas y Amaluza.

“No hemos tenido la recompensa necesaria para decir que estamos satisfechos con lo generado por el complejo hidroeléctrico. Falta mucho más porque hemos sacrificado gran parte de nuestro territorio”, aseguró Rubio. Redacción Región.- (BPR)-(I)