El agua como método de combate

Andrés Martínez Moscoso @andresmartmos

Según el Derecho Internacional Humanitario, existe prohibición expresa respecto al ataque a bienes considerados como indispensables para la supervivencia de la población civil, al igual que usar “el padecimiento de hambre” como un método de guerra, sumado al hecho de que no se puede atacar obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas (presas, diques y centrales nucleares de energía eléctrica).

Pese a ello, el pasado 6 de junio, se atacó y destruyó la presa de Nova Kakhovka en el sureste de Ucrania, la cual entre otros usos, garantiza el suministro de agua a la central nuclear de Zaporiyia.

Sin embargo, lo curioso de esta agresión, es que precisamente se lo hace durante la contraofensiva que inició el ejército de Ucrania en contra de las fuerzas rusas, por lo que cobra importancia el hecho de que, en esta ocasión el agua, vuelve a ser usada de manera negativa como un método de combate.

Según reportó la Organización de las Naciones Unidas, ONU, a consecuencia de la destrucción de esta importante infraestructura hídrica, se ha tenido que desplazar a 2000 civiles, y más de 700.000 personas se encuentra sin acceso a agua potable.

No obstante, el problema también repercute en la producción y provisión de alimentos, pues la presa garantizaba el acceso a agua a cientos de hectáreas de cultivos.

Por último, preocupa sobremanera la situación medioambiental, pues con las grandes inundaciones provocadas, muchas fábricas que albergan químicos y sustancias peligrosas se encuentran bajo el agua, situación que genera un daño ambiental sin precedentes.

Es importante destacar que la zona en la que se encuentra localizada la presa de Nova Kakhovka está bajo ocupación del ejército ruso, desde inicios de la invasión, lo cual hace pensar que la destrucción de la misma fue tomada por las tropas rusas, como método de defensa frente a la contraofensiva iniciada desde Kiev.

Es penoso saber que, en el Siglo XXI se recurra al agua (derecho humano y fundamental), como un arma, con el propósito de generar hambruna, condiciones higiénicas no adecuadas, así como pérdida de toda forma de vida. No obstante, los crímenes de guerra, genocidio, agresión y lesa humanidad no prescriben, y en algún momento sus responsables deberán ser juzgados y castigados.  (O)