Una orquídea perenniza el nombre de Gladys Eljuri, genuino homenaje a su trayectoria ligada a la cultura, al turismo y al servicio más allá de su aporte al desarrollo de la ciudad. Como dice José Portilla, ejecutivo de Ecuagenera, darle su nombre a una orquídea significa inmortalizarla, porque queda registrado para siempre, en el RHS Royal Horticulture Society, como, Oncidium Gladys Eljuri.
La designación, a esta nueva variedad de orquídea, con el nombre de Gladys Eljuri, es un especial reconocimiento a su amor por la ciudad, a su pasión por su cultura y el paisaje natural exuberante de especies exóticas y flores: ciudad, cultura y paisaje, pilares del turismo, sector al cual sirvió con especial dedicación desde el Ministerio de Turismo, Bolsa Internacional de Turismo, Fundación de Turismo de Cuenca y desde por su pasión por el paisaje cuencano de colinas, valles, tejados y ríos siempre florecidos. La orquídea Oncidium Gladys Eljuri, es un contrapunto de rojo y amarillo con predominio del rojo, colores que identifican a la ciudad de Cuenca y lucen en su bandera. Para producir esta nueva variedad se ha procedido a combinar alrededor de 1000 especies, mediante un procedimiento de biotecnología, propio de Ecuagenera, que consiste en cruzar el polen de las plantas generando una amplísima variación de colores y de esta gama seleccionar la de mejor calidad y, así obtenida la nueva orquídea, proceder a su clonación. Esta nueva variedad de orquídea, una vez registrada en el Royal Horticulture Society, pasa a ser Patrimonio Universal y su nombre inmortalizado.
El reconocimiento a nuestra gente se va haciendo una tradición en la sociedad cuencana y el ejemplo siempre viene desde lo local, desde lo privado, desde la admiración, la gratitud y desde el corazón, como en este caso, inmortalizando su nombre en la esencia, donaire y matices de una nueva orquídea, especie símbolo de la ciudad y de la región. (O)