Justicia o impunidad       

Hugo Darquea López

Estamos en un proceso electoral como efecto de la aplicación del artículo 148 de la Constitución. Estas elecciones anticipadas para presidente de la República y asambleístas deben ser la oportunidad para impulsar el cambio que requiere el Estado.

Se debe entender que nuevos asambleístas deben sustituir a los destituidos.  Pero, más bien el sector que desnaturalizó sus atribuciones constitucionales para dar el golpe de estado, participará en estas elecciones y cual hidra de Lerna, allanar el camino del retorno de la corrupción y los prófugos de la justicia.  La impunidad del expresidente Correa no sólo la de Glas está en su agenda de trabajo.   Destituir a la fiscal general Diana Salazar y captar los organismos de control son sus objetivos inmediatos.

En este contexto la elección presidencial, tiene especial importancia, ya que su misión es la de orientar el proceso electoral en la dirección de la transformación integral con la visión necesaria de largo aliento, lo que se hace hoy se proyecta en el tiempo, se trata de mirar el proceso histórico que continua con grandes desafíos para plasmar la Justicia y develar la violencia, la inseguridad y el acuciante problema de las necesidades sociales, económicas y ambientales que gravita en amplios sectores poblacionales.  

De los 8 binomios, vemos al de UNES, que por razones evidentes y de manera obvia sus aliados, están orillados en la tendencia pro impunidad. Ante ello, con las previsiones necesarias, las candidaturas de Fernando Villavicencio, Otto Sonnenholzner y Yaku Pérez tienen enfoques claros con la aplicación efectiva de la Seguridad que requiere la sociedad.  El punto básico se concreta en el cambio integral del modelo de Estado con el saneamiento real de sus funciones e instituciones en especial la Función Judicial.       

Nos quedan días de profunda reflexión para decidir nuestro futuro. (O)