Aplican un recorte presupuestario de 5.46 % a los Municipios. La polémica con el Ministerio de Economía y Finanzas está a la vista. Los alcaldes reclaman lo suyo. El segundo, los justifica amparado en la ley.
El gobierno recauda menos recursos por impuestos. Los provenientes del petróleo también están a la baja. Este es su argumento.
El cálculo de las asignaciones por el Modelo de Equidad Territorial, según informó ese Ministerio, experimenta una reducción del 5,6 % para el segundo cuatrimestre de 2023.
Según el Cootad, los entes seccionales son partícipes del 21 % de los ingresos permanentes, y del 10 % de los ingresos no permanentes del Presupuesto General del Estado.
Entre los no permanentes están los provenientes del petróleo cuyos precios bajan en el mercado internacional. Para el segundo cuatrimestre caerán en más de USD 1.000 millones. En USD 250 millones los correspondientes a recaudación de impuestos.
El presupuesto debe distribuirse en función de los ingresos realmente percibidos. Lo dice la ley. Y por eso, el ministro de Economía, Pablo Arosemena ha dicho: no se pueden entregar recursos si no existen.
El ajuste de no agrada a los alcaldes. Se vieron obligados a efectuar inversiones no previstas a causa de las secuelas del invierno. Deben prever, mediante obras de infraestructura y hasta de tipo social, las potenciales consecuencias de El Niño. Y para esto requieren dinero, si es posible de asignaciones extrapresupuestarias, no siempre disponibles.
No todos los Municipios pasarán por esas eventualidades; pero requieren recursos para resolver las necesidades de sus pueblos.
Los alcaldes recién posesionados comenzarán pronto a sentir la presión de sus electores. Les quedan dos meses para someterse a la evaluación de los “primeros cien días”.
En tales circunstancias es cuando entra en juego la capacidad de gestión. No vale únicamente depender de las asignaciones prevenientes de “papá” Estado.
