Desertificación y Sequía

Cecilia Ugalde Sánchez

Como cada 17 de junio desde 1995, el sábado se celebró el día mundial de la lucha contra la desertificación y la sequía, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de resaltar la importancia de la protección de la tierra y la gestión sostenible de los recursos naturales para hacer frente a estos problemas ambientales. Y a pesar de que las inundaciones y deslizamientos actualmente afectan a diez provincias ecuatorianas con el riesgo de empeorar en los próximos meses debido al Fenómeno del Niño, el 47,5% del territorio del país se enfrenta a la desertificación, donde la peor situación se da a lo largo de la parte central de la costa.

La desertificación y la sequía son dos problemas medioambientales relacionados que con frecuencia son causados por las actividades humanas y el cambio climático, y de acuerdo con el Perfil de Riesgo Climático de Ecuador, el país es vulnerable a los efectos de la sequía, la erosión del suelo, la desertificación y los cambios en los regímenes pluviales e hidrológicos.

La deforestación, el pastoreo excesivo y la erosión del suelo figuran entre las principales causas de la desertificación, y en los últimos años, la desertificación y la sequía se han agravado y generalizado debido a factores como el cambio climático, el crecimiento demográfico y las prácticas insostenibles de uso de la tierra. Estos problemas no sólo amenazan la salud y el bienestar de nuestros ecosistemas, sino también los medios de subsistencia de muchas personas que dependen de la agricultura y los recursos naturales para sobrevivir.

Todos podemos tomar medidas para combatir estos problemas con acciones como reducir el consumo de agua, plantar árboles y apoyar prácticas agrícolas sostenibles. (O)

@ceciliaugalde