Imposible hablar de un conglomerado humano, sin la importancia que tienen los árboles en la Tierra como cofre biótico. Son el anti estrés, el oxígeno, la sombra, los frutos, el hospedaje de aves, la captura de Carbono, el encanto del diseño, purificación del aire, captan agua de las nubes y humedad para formar los acuíferos, reducen la temperatura del suelo, propician la presencia de otros seres vivos en el entorno, regeneran los nutrientes del suelo, capturan los contaminantes urbanos como polvo, suciedad, humo, enfrían el aire entre 2 y 8 grados centígrados, propician servicios ambientales, como ejemplo evitan la erosión, mantienen la limpieza en los ríos, reducen el ruido ambiental y la agresividad de los vientos formando barreras, proporcionan alimento para aves y alegran el entorno encementado de las urbes modernas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), establece que una ciudad debe tener un área mínima de 9 metros cuadrados de áreas verdes por habitante y que se recomienda un mínimo de 1 árbol por cada 3 personas como productor de oxígeno para su respiración. No menos del 82% de la población en Latinoamérica habita en centros urbanos, por lo cual para mejorar la calidad de vida humana es impostergable el incremento de áreas verdes, habilitando bosques urbanos en grandes parques, parques lineales, cinturones, corredores biológicos, áreas protegidas, y cauces de ríos. Todos éstos representan una inversión impostergable por la salud pública, tanto más que en la actualidad la calidad del aire citadino, y el estrés son agentes de violencia y enfermedades humanas, cuyo hábitat ha resultado alterado con el alto número de vehículos, quemas fabriles de combustibles fósiles, causa de alteraciones sanitarias somáticas y psíquicas en el habitante moderno, distanciado del respeto por la Naturaleza. (O)