En la Sierra terminó un año lectivo considerado como un proceso de recuperación

Ayer, oficialmente terminó el año lectivo 2022-2023 en la Sierra y Amazonía tras cumplirse los 200 días de actividades académicas. Ahora, los profesores se aprestan a cumplir con el cumplimiento de las clases de recuperación y de los supletorios antes de salir de vacaciones, el próximo 16 de julio.

Hasta entonces, una vez que los estudiantes no volverán a las aulas hasta agosto, tanto docentes como las familias han empezado a hacer un balance de lo que fue el año escolar, ya que se desarrolló sin interrupciones una vez que la emergencia sanitaria, al parecer, se ha esfumado.

Recuperación de conocimientos, la búsqueda de la integración entre los estudiantes tras estar en casa por dos años, la vinculación de las familias en el desarrollo de sus representados y la necesidad de hacer cambios, son algunas de las acciones que ha tenido que realizar en la comunidad educativa.

Y es que, si bien el año educativo avanzó con normalidad en las aulas, lo que no fue normal son las consecuencias de la pandemia en los niños y adolescentes. Y para eso basta con hablar con los profesores y con las familias.

“Puedo decir que fue un año fuerte. Tuvimos que volver a crear hábitos de estudio entre los estudiantes. Para mí fue un año de tratar de recuperar los conocimientos, y, en muchos casos, de volver a empezar de nuevo”, comentó Beatriz Ortega, docente de la Unidad Educativa Miguel Moreno.

El confinamiento prolongado y las clases virtuales que, en muchos casos, fue limitado, dejó un rezago educativo que hoy sigue latente a pesar de todo el trabajo que se han hecho desde distintos lados.

A los profesores, a los centros de recuperación y a los representantes de los niños y adolescentes se les ha hecho complicado recobrar los aprendizajes perdidos en la emergencia sanitaria.

“No se puede recuperar todo de la noche a la mañana. Yo les digo a los papás que es un proceso que toma su tiempo. Volver a enseñar a leer, a escribir, a hacer operaciones básicas, todo eso hemos tenido que hacer para luego seguir con un ritmo que se estaba perdiendo”, comentó Paula León.

Paula es profesora particular, que está dedicada al control de tareas y enseñanza diaria. En su trabajo se ha encontrado con múltiples casos en que niños de nueve y diez años no saben leer ni hacer operaciones matemáticas consideradas como básicas.

Esa realidad no solo ve entre los estudiantes más pequeños. En los estudiantes del Bachillerato también se da cuenta de ella.

Este año, el Instituto Nacional de Evaluación Educativa publicó el informo “Ser Estudiante” del nivel de Bachillerato, que corresponde al año lectivo 2021-2022. Y en ese periodo lectivo ya se vio que el 73,4% de los estudiantes, en matemáticas, solo alcanzaban el nivel elemental. El mismo nivel se vio en el 69,52% de estudiantes en la materia de lengua y literatura.

“Mis hijos tuvieron algunos problemas con las matemáticas, con la lectura. Al principio fue difícil volver a adaptarnos. No puedo decir que ya estén bien, pero de alguna manera se ha salido. Ahora quiero que descansen y que el otro año sea mejor para todos”, opinó Lucía Mendieta, madre de familia.

Cambios en el sistema educativo

En este 2023 se publicará el nuevo currículo para la educación en Educación, que estará compuesto con un enfoque se centrará en las habilidades en lugar de solo los conocimientos específicos de las asignaturas.

Esta información fue compartida a El Mercurio por la ministra de Educación, María Brown, quien explicó que, con el nuevo enfoque se introducirá las habilidades socioemocionales y habilidades para la vida, como la educación financiera y la educación para el desarrollo sostenible.

Pero además del currículo, otro de los cambios significativos e inmediatos es el regreso del trabajo trimestral a las aulas. Es decir, desde el año escolar 2023-2024 ya no habrá los quimestres.

El objetivo de que ya no haya quimestres deviene en la necesidad de identificar más pronto las problemáticas de aprendizaje entre los estudiantes.

Desde ahora, en cada trimestre habrá una evaluación y hasta dos procesos de recuperación de conocimientos que harán los profesores a los niños y adolescentes.

Toda esta modalidad también está relacionada con las reformas a la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), con las que se eliminaron los exámenes remediales y de gracia. En Ecuador únicamente habrá, como hace una década, un supletorio. De no superarlo, el estudiante tendrá que repetir el curso.

Estos cambios se aplicarán para el nuevo año lectivo de la Sierra y Amazonía, en el cual se espera que la realidad educativa del país sea mejor que en los últimos tres años. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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