Y nos encontramos de cara al fin de un nuevo periodo escolar, despedida de un año que se caracterizó por ciertas condiciones particulares que para muchos estudiantes fueron nuevas debido a las condiciones que vivimos con el triste confinamiento de los periodos anteriores.
Muchos niños hoy en día experimentaron condiciones que muy probablemente no existían en sus recuerdos, un año lectivo sin tropiezos o cortes forzados, vivir socialmente y compartir espacios en los que el entorno ya no es una pantalla de computador, experimentar una madrugada y trasladarse a un centro de estudios y, lo mejor de todo, salir a correr en un patio y compartir la camaradería con sus compañeros de aula.
La vida se pintó de otros matices para todo el conglomerado escolar, esperamos que toda esa generación que vivió el encierro de una manera que nosotros la desconocemos hayan podido descubrir que el momento escolar es lo mejor que puede experimentar una persona, compartir con amistades fuertes, inocentes y únicas simplemente nos marca el camino de nuestro paso terrenal. (O)