La Prefectura del Azuay interviene la vía Monay Baguanchi, que por 4 años fue olvidada por la dejadez de las autoridades, que miraron pasar los inviernos, destrozos de los contratistas que destruyen la vía para reparaciones, etc. El crecimiento de la vegetación en el camino adyacente, que serían veredas para burócratas, y claro la despreocupación de vecinos colindantes, que no cuidan los bordillos, para el propio bienestar; que en conjunto mostraba una carretera despezada, por ello es grato observar que apenas ingresa la nueva Prefectura hace su trabajo de bacheo, que permite fluidez del tránsito, que alivia a la movilización de cada vez más personas por este sector, que llega al círculo del IESS.
Que lejos están los anhelos de contar con un paso deprimido en este redondel, que fue parte de la concesión del ingreso sur de Cuenca, que por decidía de los Ministros de Obras públicas, dejaron pasar, que fue incluso ratificado por el Vicepresidente un tres de noviembre cuando apenas eran gobierno; o sorpresa el nuevo titular de la cartera cerca de fenecer su periodo por muerte cruzada busca recuperar a esta concesión y/o la Prefectura del Azuay y la Alcaldía de Cuenca, también han hecho la propuesta para hacerse cargo de la vialidad, luego de que dejen expeditas las mismas, para ser responsables posteriormente de su mantenimiento, con la consigna que se recupere la conectividad de la región austral.
Otra indiferencia tomada en cuenta, esta vez por el Alcalde es la recuperación de la chola Cuencana y sus vecindarios atestados por ventas en las veredas que impiden el transito civilizado para personas que se lanzan a la calle con el peligro consiguiente, en donde se ofrecen verduras, granos, frutas y otros, con niveles de insalubridad visible, con la complicidad de los compradores que no meditan sobre su riesgo. Ah