Las referencias a la orientación sexual, la identidad y expresión de género y las características sexuales por parte de los órganos de tratados de las Naciones Unidas alcanzaron en 2022 un récord de 218 inclusiones, informó hoy 28 de junio la Asociación Internacional de personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexs (ILGA Mundo).
La investigación realizada por ILGA Mundo analizó las referencias realizadas en los tres últimos años de actividades de los órganos de tratados de la ONU, encargados de supervisar y evaluar el cumplimiento de los tratados internacionales de derechos humanos.
«Los órganos de tratados proporcionan a la sociedad civil un mecanismo eficaz de incidencia cada vez que los Estados no cumplen con sus obligaciones», destacó el director de programas de ILGA Mundo, Gurchaten Sandhu, en un comunicado.
La asociación calificó la cifra de 2022 como «significativa» al compararla con las 139 referencias realizadas por los mecanismos de la ONU entre los años 2020 y 2021, cuando la covid-19 les obligó a reducir sus actividades.
«Desde 2014 (…) el número de referencias inclusivas se ha más que cuadruplicado», señaló la gerente del programa de la ONU en ILGA Mundo, Kseniya Kirichenko.
No obstante, Kirichenko criticó que ninguno de estos tratados internacionales menciona explícitamente a las personas LGBTI y lo consideró «un reflejo de una época pasada en la que este discurso de derechos humanos aún no se había desarrollado».
Los últimos informes anuales publicados por ILGA Mundo destacaron otros hechos como, por ejemplo, cuando en 2022 el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU recomendó a Mongolia que dejara de considerar la transexualidad como trastorno mental.
Además, entre 2020 y 2022 los mecanismos de la ONU constataron al menos ocho violaciones de derechos humanos contra personas LGBTI entre los casos individuales sometidos a su consideración.
Las cosecretarias generales de ILGA Mundo, Luz Elena Aranda y Tuisina Ymania Brown, señalaron que las decisiones tomadas por los órganos de la ONU pueden suponer cambios reales para la sociedad civil de base. EFE