Calor y sequía extremos en el norte de China mientras inundaciones afectan a centro y sur

Las autoridades chinas siguen de cerca la evolución meteorológica del país, azotado en las últimas semanas por las temperaturas más extremas. Foto EFE

Las autoridades chinas siguen de cerca la evolución meteorológica del país, azotado en las últimas semanas por las temperaturas más extremas registradas en seis décadas en el norte e inundaciones en el centro y el sur de su territorio que han causado al menos 15 muertos.

El observatorio nacional renovó el jueves una alerta naranja por las altas temperaturas y pronosticó que la ola de calor aún se prolongará varios días.

En algunas zonas esa alerta se ha elevado a roja, como en Pekín, donde ayer los termómetros superaron los 40 grados en la mayor parte de la ciudad y hasta la próxima semana no se prevé que las máximas bajen de 37 grados.

China tiene un sistema de alerta meteorológica de tres niveles codificado por colores para las altas temperaturas, en el que el rojo representa la advertencia más grave, seguido del naranja y el amarillo.

La ola de calor ha dejado récords de máximas en la capital, donde durante el mes de junio y hasta el 5 de julio la estación meteorológica de Nanjiao registró 18 días con temperaturas superiores a los 35 grados y 4 días con temperaturas superiores a los 40 grados.

Junto a Pekín, las provincias más afectadas son Hebei, Tianjin, Shandong y Henan, todas norteñas.

También a nivel nacional se han batido marcas según el Centro Meteorológico de China, ya que 2023 ha sido el año con más días de calor extremo desde que comenzaron los registros hace seis décadas.

SEQUÍA Y MÁS CONSUMO DE ELECTRICIDAD

A las altas temperaturas se suma una preocupante sequía en el norte del país que podría causar problemas en el suministro energético.

Por ello, y en previsión del aumento de la demanda a causa del calor extremo, las autoridades del sector anunciaron que han reforzado la red eléctrica nacional con la entrada en servicio de varias estaciones.

El pico de consumo de este verano se estima en 1.370 millones de kilovatios, 80 millones más que en el mismo periodo de 2022

Como ejemplo de la grave situación, en la provincia de Hebei -vecina a Pekín- hay 750.000 hectáreas de cultivo afectadas por la falta de agua y en junio la media de las precipitaciones fue un 60 % más baja que en el mismo mes de años anteriores.

El escenario es diametralmente opuesto en el centro y el sur del país, donde las inundaciones a causa de las lluvias torrenciales ya han dejado decenas de fallecidos y más de un millón de damnificados en zonas centrales como Chongqing, Hunan, Sichuan y Jiangxi y la septentrional Mongolia Interior.

El Centro Meteorológico renovó este viernes una alerta azul por lluvias, tormentas y granizadas que afectarán a áreas de Mongolia Interior, Liaoning, Jilin, Hebei, Anhui, Jiangsu, Shanghái, Hubei, Hunan, Sichuan, Chongqing y Guizhou, donde se esperan acumulados de hasta 180 milímetros.

Además, el organismo pidió a los gobiernos locales y a la población que tomen las precauciones necesarias y exhortó a los conductores a extremar la alerta debido a la posible acumulación de agua en las carreteras.

MÁS DE UNA DECENA DE FALLECIDOS

Hasta el pasado miércoles, al menos 15 personas habían fallecido y otras 4 permanecían desaparecidas a causa de las precipitaciones torrenciales en la ciudad de Chongqing, donde once ríos vieron su caudal aumentar hasta sobrepasar los límites de seguridad establecidos.

El Gobierno chino ha movilizado 320 millones de yuanes (44 millones de dólares, 40,6 millones de euros) de su fondo de emergencia para desastres naturales con el fin de apoyar a las regiones más afectadas.

Las inundaciones son un fenómeno frecuente en China durante la temporada de lluvias, que suele comenzar en junio y durar hasta agosto o septiembre.

Los desastres naturales dejaron en agosto de 2022 unos 41,8 millones de damnificados y un total de 94 fallecidos o desaparecidos en el gigante asiático, donde las lluvias torrenciales, las inundaciones, los deslizamientos de tierra y los tifones causaron daños directos por valor de 10.000 millones de dólares. EFE