Para el binomio de la alianza Actuemos, conformado por Otto Sonneholzner y Karina Paredes, el Ecuador muestra una situación “preocupante y urgente en todos los ámbitos del convivir nacional”, por lo que plantean un programa de Gobierno basado en tres propuestas principales: “Paz, plata y progreso”.
El exvicepresidente de la República y la investigadora acedémica cuencana llegan a la papeleta de la mano del partido Avanza y el movimiento SUMA, junto a una suma de colectivos provinciales como Juntos Ecuador, SUR y en el Azuay con el colectivo Shungo.
Su plan de trabajo, aseguran, acoge las propuestas hechas desde cada uno de los colectivos, gremios y agrupaciones que forman parte de su proyecto y se irá adptando a las necesidades que presente la ciudadanía durante la campaña electoral.
Sonnenholzner terminó sus estudios sobre admninistración pública en Harvard días antes de aceptar su candidatura, igualmente lo hizo Karina Paredes, cuencana que antes no ha estado en política y que tiene como carta de experiencia haber trabajado para la ONU en temas ambientales y de sostenibilidad en varios países.
El candidato a la Presidencia arrastra su pasado en el Gobierno de Lenin Moreno, al que renunció en julio del 2020, cuando en el país persistía la crisis por el COVID-19, aunque él asegura que a su salida se había superado el pico más alto de la pandemia y quedó “todo preparado” para sacar al Ecuador del estado de emergencia.
Paredes en tanto sostiene que, si bien no ha estado involucrada en política partidista, tiene la experiencia de haber luchado por la iniciativa Yasuní ITT y de haber acompañado a varios estados en causas sociales, ambientales y de desarrollo.
Propuestas
El plan de trabajo del binomio de Actuemos se enfoca en el objetivo principal de “paz, plata y empleo” pero desarrolla cinco ejes en los que se abordan las ofertas en el plano de seguridad, economía, salud, en el eje social, y finalmente en el ámbito político.
En cuanto a seguridad el binomio propone una política de mano dura para reducir las muertes violentas frenando la salida de presos por acciones de protección, capturando a los más buscados, mejorar los tiempos de respuesta de la Policía, fomentar las brigadas barriales y comunitarias e impulsar la educación en zonas donde las bandad reclutan a niños y adolescentes.
En el eje económico se habla de proteger la dolarización, fomentar el emprendimiento, generar plazas de trabajo de la mano con la empresa privada y una gestión tributaria eficiente que frene la evasión de impuestos.
El eje social es el de mayor desarrollo y se divide en medidas para mejorar la salud pública, el ejercicio de los derechos humanos y la participación ciudadana, el desarrollo urbano, la planificación territorial y la vivienda, educación, seguridad social, obras de infraestructura y el fomento a la cultura, patrimonio, la economía naranja, el deporte y la vida sana.
En el eje ambiental se propone mitigar y prevenir la contaminación, mientras que en el eje político se habla sobre políticas de transparencia, combate a la corrupción, cooperación internacional e integración regional.
