La graduación, una fusión de alegría y despedidas

Luciendo uniforme de parada, con la toga puesta, el birrete en mano y a dos semanas de cumplir 18 años, Daniela Cuzco se veía nerviosa y a la vez emocionada durante la ceremonia de investidura de la sexta promoción de bachilleres de la Unidad Educativa Francisca Dávila de Muñoz.

En medio de la alegría por este momento tan especial, pensaba qué iba pasar ahora que no volverá a ver a sus grandes amigos que formó durante los seis años de estudios. De rato en rato, buscaba con la miraba a su madre que ya se había ubicado en uno de los asientos del Salón de la Ciudad.

Cada uno de los 40 estudiantes se ubicó en su puesto asignado, previo a los ensayos. Todos con el birrete colocado sobre sus piernas, escucharon el mensaje de Johanna Abad, coordinadora zonal 6 del Ministerio de Educación. “Es un honor celebrar un hito importante en sus vidas, conmemorar sus logros y pensar en un futuro con nuevos desafíos y la determinación necesaria para alcanzar sus metas”.

Entrega de títulos

María Paz Tapia, Renato Suquilanda y Paola Segarra, aunque intranquilos, solo esperaban atentos escuchar sus nombres para subir al escenario donde las autoridades del plantel y la provincia les colocarían el respectivo birrete. También les entregarían los títulos de bachilleres, luego de que sus padres les ubiquen la estola con sus nombres.

En el público, un mar de celulares y cámaras se notaban entre flashes y luces. Quienes estaban en la parte de atrás se pusieron de pie y colocaron el zoom de sus teléfonos para guardar las fotografías y retratar el momento en que su familiar recibía el título.

Las sentidas palabras

Pablo Berrezueta, uno de los estudiantes que habló en representación de los graduados y que se mostraba seguro, dijo dirigiéndose a sus compañeros “que bonito verlos a todos bien bañados y con las mejores galas. Sabemos que están orgullosos de nosotros”.

Durante su intervención, acotó sentir satisfacción, pero también tristeza porque al culminar una etapa de vida profesional, inicia otra que “quizá tengamos que sobrevivir a muchas barreras, pero los docentes nos han formado bien, contra todo pronóstico”.

Mónica Ávila, rectora de la institución, hizo referencia a las tareas, deberes y proyectos enviados a los estudiantes, quienes tuvieron que vivir días ajetreados para cumplirlos a cabalidad durante 10 o 12 años. “Quizá ya no les vamos a atormentar” -surgieron risas- “pero estamos seguros que hicimos lo correcto”.

Las mejores puntuadas

Valeria Vázquez, con un promedio de 9.93, se constituyó en un ejemplo para las nuevas generaciones. Se le quebró la voz al decir que a sus amigos va extrañar porque todo lo vivido en las aulas quedarán en su memoria. “Cada esfuerzo valió la pena. Este no es el final, es el punto de partida a una nueva etapa profesional”.

Con un promedio de 9.96 en el área de inglés, la mejor puntuada fue Keila Rodas, quien expuso su sentir con frases pronunciadas en el idioma extranjero.

Finalmente, se hizo un reconocimiento a los tutores y a la institución por parte de los padres de familia que agradecieron por la labor cumplida de preparación de sus hijos.

Un ambiente similar a esta ceremonia de investidura se ha vivido y se seguirán dando en las diferentes instituciones educativas de la ciudad y provincia, donde los bachilleres compartirán el momento cumbre de esta etapa colegial y se dirán buenos augurios.

Datos

* 9.956

nuevos bachilleres se gradúan en Cuenca. Las ceremonias se realizan de manera escalonada.

* 17.803

bachilleres se registran en la zona 6 que comprende Azuay, Cañar y Morona Santiago.

* 12 de julio es la fecha en la que las últimas instituciones educativas fiscales tendrán sus ceremonias de graduación.

Patricia Naula Herembás

Licenciada en Comunicación Social con experiencia en medios tradicionales y digitales. Hace coberturas y en redacción de temáticas de emprendimiento, empresarial, sociedad e interculturalidad.

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