Hace ya 40 años, la Comisión de Derecho Internacional de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, obtuvo un gran logro con la CONVEMAR (Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar), cuyo objeto fue dotar de “…un orden jurídico para los mares y los océanos…”.
Sin embargo, a lo largo de estos años, el régimen común de los Estados, relativo al “alta mar” o aguas internacionales (representan más del 70% de la superficie del planeta), ha sido una constante preocupación, debido a la importante biodiversidad que alberga, a los recursos naturales existentes, así como a la acelerada contaminación de este ecosistema.
Es por ello que, es una buena noticia que, el pasado 5 de marzo de 2023, la ONU aprobó, para la posterior suscripción y ratificación por parte de los Estados, el “Tratado Global de los Océanos”, el cual permitirá la creación de reservas internacionales para la protección de los océanos, todo ello para cumplir con el compromiso de la agenda 2030, de contar con la protección de por lo menos el 30 % de los espacios marinos.
Adicional a ello, este instrumento internacional permitirá establecer un régimen regulatorio y los mecanismos para compartir los recursos genéticos existentes en este ecosistema (particular que fue motivo de largas negociaciones y que puso en riesgo la aprobación del Tratado), así como la realización de evaluaciones de impacto ambiental a gran escala, respecto a las actividades humanas, y por supuesto, la colaboración científica a la hora de realizar investigación, situación fundamental para la correcta toma de decisiones.
Claro que para que el Tratado entre en vigor, se necesita por lo menos la ratificación de por lo menos 60 Estados. Es por ello que, se requiere el rol activo de las ONG, la Academia y la sociedad en general para presionar a los distintos gobiernos con el propósito de que este instrumento pueda ser puesto en práctica.
Así también, a futuro se deberán buscar los recursos para financiar la puesta en marcha del mismo, pues en alta mar, la extensión será muy grande y se necesitará la coordinación y participación de los Estados para el éxito de esta iniciativa. (O)