El entrenamiento de los perros de casa se ha convertido en una práctica básica para garantizar una convivencia armoniosa y segura. A través de una serie de técnicas y ejercicios, es posible establecer una comunicación efectiva con nuestros compañeros caninos, promover comportamientos adecuados, mejorar su socialización y fortalecer el vínculo emocional entre el perro y su familia humana.
Según Emilio Armendáriz, médico veterinario de Carnitas de Mimma, “el entrenamiento adecuado brinda las herramientas necesarias para que el perro se comporte de forma segura en diversas situaciones y entornos, lo que además brindará tranquilidad a sus dueños. Para ello, el uso de recompensas y refuerzos positivos ayudan a que los perros aprendan qué conductas son aceptables y cuáles no lo son. Esto incluye enseñarles a hacer sus necesidades en el lugar correcto, evitar morder o saltar a las personas, entre otros comportamientos deseados”.
A continuación, Mimma presenta una guía básica para entrenar a un perro en casa sin necesidad de ser un experto:
- Establecer una comunicación clara: Lo más recomendable es utilizar palabras y señales visuales simples y en forma consistente para transmitir con claridad lo que se espera del perro en determinadas situaciones. Para tener éxito es importante reforzar estos comandos con elogios y recompensas cuando el perro los siga correctamente. La paciencia y la consistencia son claves en este proceso.
- Enseñar comandos básicos: Los comandos básicos como «sentado», «quieto» y «venir», son fundamentales para establecer un comportamiento adecuado en el perro. Para lograr el entendimiento del perro se debe dedicar tiempo a la enseñanza de estos comandos de forma gradual, utilizando recompensas y refuerzos positivos. A medida que el perro los vaya dominando, se podrá avanzar hacia comandos más complejos.
- Utilizar el refuerzo positivo: “El refuerzo positivo es una herramienta poderosa en el entrenamiento del perro. En lugar de castigar los comportamientos no deseados, se debe enfocar en recompensar y elogiar los comportamientos correctos. Esto fomentará la motivación y la obediencia del perro, fortaleciendo así la conexión entre ambos”, añade el especialista.
- Sé consistente en las reglas: Establecer reglas claras y ser consistente en su aplicación es esencial para el éxito del entrenamiento. Para ello se necesita la participación y apoyo de todos los miembros de la familia, siguiendo las mismas indicaciones y reglas. Esto evitará confusiones y ayudará al perro a entender qué se espera de él.
- Practicar la socialización: La socialización es un aspecto crucial en el entrenamiento del perro. Se lo debe exponer gradualmente a diferentes entornos, personas y otros animales para que aprenda a interactuar de manera positiva. Organizar encuentros con otros perros amigables y permitir que el perro se acostumbre a diversas situaciones. Esto promoverá su confianza y evitará problemas de comportamiento en el futuro.
¿Cómo utilizar un snack en el proceso de entrenamiento?
La aplicación de snacks durante el entrenamiento de un perro puede ser muy efectiva para reforzar el comportamiento deseado y fomentar un aprendizaje positivo.
- Usar premios de alto valor: Los snacks deben ser irresistibles para el perro, es decir, con un sabor diferente al alimento habitual, ingredientes variados y de alta calidad. Es importante tener en cuenta las preferencias del perro y utilizar snacks que sean saludables y resulten apetitosos para el perro.
- Ser consistente: La repetición y el uso del mismo snack refuerza la enseñanza ya que ayuda a establecer una asociación clara entre la acción deseada y la recompensa. Cambiar con frecuencia los snacks puede confundir al perro y dificultar su comprensión.
- Combinar snacks con elogios verbales: Es importante elogiar verbalmente a tu perrito como decir “muy bien” al mismo tiempo que se le entrega el snack. Al hacer esto se refuerza positivamente el comportamiento y se refuerza la conexión entre el premio y la acción deseada. Después de un tiempo, los elogios verbales pueden convertirse en una recompensa suficiente sin necesidad del premio físico.
- Graduar la dependencia de los premios: A medida que el perro se acostumbre a realizar el comportamiento deseado, se puede ir reduciendo la cantidad de snacks. Esto se conoce como extinción gradual. El objetivo es lograr que el perro logre la acción sin depender de la presencia de un snack. Sin embargo, es importante seguir recompensando ocasionalmente para mantener el comportamiento consolidado.
Errores en el entrenamiento:
- Violencia/uso de castigos: El castigo severo como gritar, golpear o utilizar collares de castigo puede generar miedo o ansiedad en el perro, y deteriorar la relación entre el perro y su dueño causando de igual manera efectos negativos en él.
- Expectativas poco realistas: Algunos comportamientos pueden llevar más tiempo para ser aprendidos y otros pueden requerir más práctica. No esperar a que el perro aprenda un truco complejo de la noche a la mañana.
- Frustración del dueño/ falta de paciencia: Es importante recordar que los perros aprenden a diferentes ritmos, y cada uno tiene su propia personalidad y nivel de comprensión. Mantener la calma y continuar con sesiones de entrenamiento positivas.
- Entrenamiento a una edad no determinada: Es decir, realizar entrenamiento desde temprana edad cuando en realidad debería realizarse cuando el cachorro tenga aproximadamente cuatro meses.