500 días de guerra

Acaban de cumplirse 500 días de la invasión de Rusia a Ucrania, lo que se convirtió en una guerra fratricida, la cual ha dividido a la comunidad internacional y, en materia de seguridad, ha causado la preocupación del planeta en general; sobre todo, a nivel de las relaciones entre China, Estados Unidos, Rusia y las naciones de la comunidad europea. A esto, últimamente, se suma la rebelión de una tropa mercenaria a cargo del disidente Yevgueni Prigozhin, que buscaba la rendición de Putin y sus aliados, sin alcanzar sus objetivos inmediatos, pero dando a conocer al mundo la vulnerabilidad del Kremlin y del ejército ruso, algo que a lo mejor la comunidad extranjera no lo suponía. Gracias a la ayuda de los países de la OTAN, y de su inagotable voluntad, los ucranianos han resistido los devastadores ataques rusos; al momento parece que ninguno de los dos países está dispuesto a negociar un alto al fuego. No hay duda que tras 500 días de ataques y contraataques, Ucrania se encuentra devastada, los costos económicos son incalculables, y peor todavía las pérdidas humanas. Desgraciadamente, sigue en pie la amenaza nuclear por parte de Moscú, ante lo cual la OTAN ha recibido el apoyo de países occidentales, como Suecia y Finlandia, que últimamente han colaborado con recursos a gran escala; pero es muy difícil tratar de disuadir a los exaltados adeptos moscovitas, por lo que los riesgos se mantienen inminentes, ya que Putin no desea aceptar ningún arreglo que incluya acercar más los límites de la OTAN a Rusia; de allí que al momento, parece que ningún mediador ajeno a la crisis, pueda ser capaz de resolver este grave problema, que se inició en febrero del 2022, y que hasta hoy ha causado miles de muertos, otros tantos heridos y refugiados, amén del hambre, la miseria y la desolación en la que se debate el pueblo ucraniano. Esperamos de corazón que los presidentes y los diplomáticos de las naciones en conflicto, se llenen de sabiduría y  prudencia, para poder superar los insensatos obstáculos, y lograr la paz tan ansiada por el mundo entero. No hay duda que siempre preferiremos la paz más injusta, a la más justa de las guerras. (O)

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba