El presidente Guillermo Lasso, espera regresar al país tras la cumbre de la Unión Europea y la Celac con avances en la eliminación de la visa Schengen para la libre circulación de sus connacionales en Europa, y el apoyo europeo en materia de seguridad para la lucha contra el narcotráfico como prioridades.
En una entrevista con EFE en Bruselas, Lasso citó estos dos asuntos como objetivos principales, más allá de lo que se pueda conseguir a nivel birregional ya que, dijo, «en las cumbres quedan los enunciados, pero no se les aterriza a la práctica».
Por eso el mandatario ecuatoriano, a quien este tipo de reuniones le parecen «frustrantes», se centrará estos dos días retomar la tramitación en el Parlamento Europeo (PE) de la eliminación de la visa Schengen para los ecuatorianos, algo que también quedó plasmado en el memorándum de entendimiento firmado este lunes entre el ministro de Exteriores del país andino, Gustavo Manrique, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Lasso explicó que Ecuador llegó a estar en la lista de países a considerar, pero el caso de corrupción en las instituciones europeas conocido como «Catargate» lo frenó todo, por eso pedirá a Roberta Metsola, presidenta del PE, retomar un asunto «muy sensible para los ecuatorianos».
Seguridad, lucha contra el narcotráfico y canje de la deuda
Ante el plenario de la cumbre, Lasso buscará este martes también el apoyo europeo en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico, y reivindicará «los esfuerzos que su país hace para proteger el consumo de drogas en Europa y Estados Unidos».
«Durante mi Gobierno se ha multiplicado por cinco la incautación de droga y se están tomando medidas para contener aún más el narcotráfico», señaló, por eso «tenemos que compartir la factura, porque esto genera un costo muy grande, sobre todo en temas de seguridad interna dentro del Ecuador».
También, a nivel informativo, dará cuenta del «mayor canje de deuda por conservación llevado a cabo por Ecuador» por el que amplió la reserva marina de las Islas Galápagos a 198 mil kilómetros cuadrados.
Lasso consideró el canje, conocido como «bono azul», algo «inédito», ya que para el país andino ha supuesto retirar el diez por ciento de la deuda pública con acreedores privados de Wall Street y » ha generado una utilidad para la República de cerca de 1.000 millones de dólares».
Y desmintió tajantemente que eso signifique que se haya vendido la soberanía de las islas: «eso es un absurdo», dijo. «Más bien se tiene una gobernabilidad a través de una empresa, -Galápagos Life-, con recursos privados para objetivos públicos. Es todo lo contrario», añadió.
Precisamente en esta cumbre, el presidente de colombia, Gustavo Petro, expondrá a la UE su idea de los «bonos verdes», por los que propone un canje de deuda destinado a financiar medidas para la transición ecológica en la región, algo con lo que Lasso establece diferencias.
«Nosotros lo logramos con el apoyo de Estados Unidos y de la Unión Europea, porque ellos encontraron en Ecuador una coherencia. No es simplemente decir yo quiero recursos para hacer un canje de deuda por conservación y por otro lado mantener una política internacional hostil con aquellos países que te pueden apoyar», replicó.
El acuerdo con Mercosur
La posibilidad de que estos días la UE y el Mercosur -del que Ecuador es país asociado- consigan cerrar el acuerdo comercial paralizado desde hace años no entra en las previsiones de Lasso.
El mandatario recordó que en la reunión de la Celac en México en el año 2021 todos los presidentes ponían a la Unión Europea como ejemplo a seguir: «Y les dije, dejémonos de hablar y desde ahora empecemos a discutir una gran zona de libre comercio de toda la región latinoamericana, entre nosotros», algo que todavía no ha ocurrido.
«Me encantaría que Latinoamérica esté preparada para ser un bloque, pero con la experiencia de estos años en las cumbres me he dado cuenta que una cosa es el discurso elegante y otra es la acción realmente. Pienso que Latinoamérica sí debe ver a Europa como un ejemplo, pero no en los discursos, sino en las acciones», remarcó.
Pero a pesar de su falta de fe, Lasso cree que en esta reunión se pueda llegar a acuerdos, por ejemplo, para aumentar el intercambio comercial y el turismo, y aboga porque la cumbre UE-Celac sea bianual, «para mantenernos comunicados y no estar ocho años sin vernos las caras». EFE