“Una generación se va, y una generación viene; pero la tierra subsiste aun hasta tiempo indefinido” según el rey Salomón, siglo XI antes de nuestra era. Este concepto contrasta con lo que hoy sucede entre nosotros y la Tierra. Nuestro planeta ha visto pasar una generación tras otra. Sin embargo, siempre ha demostrado tener capacidad de resistir y seguir sosteniendo la vida. Pero parece que esto está cambiando; va más allá de si estamos “unidos o desunidos”, si son problemas de legislación o de moral tradicional; según parece que tiene su origen en ese nudo central de la civilización actual, desatar aquel nudo equivaldría a cambiar la civilización. Pues como todo en nuestros días tiene un precio, hay quienes indican que el ser humano ha cambiado o ha dañado tanto la TIERRA, que los ciclos de la naturaleza pueden empezar a fallar. Es más debido al enorme impacto de las actividades humanas sobre el planeta, algunos científicos afirman que hemos entrado en una nueva era del templado Holoceno que duro más de 10.000 años al Antropoceno, afirman que se operó a partir de 1945(ingreso a la era nuclear) es decir la manera en que el ser humano se relaciona con su hábitat.
Desde la segunda guerra mundial estamos en un periodo que algunos han llamado la gran aceleración, en tan solo pocos años la humanidad ha visto increíbles avances en el transporte, las comunicaciones, y otros campos de la tecnología, que ha roto todos los eslabones con la naturaleza.
Las ciudades ya no dependen de las zonas rurales que las rodean. Han modificado tanto que no se depende de los productos de temporada. Además, las ciudades crecen, invadiendo el campo y absorbiendo migraciones masivas. El progreso se evapora, y llegará a un punto en no haya remedio. (O)