La enfermera española y los 22 niños huérfanos que inspiran al proyecto Vuelta al Mundo

Isabel Zendal, primera enfermera encargada de cuidar a 20 niños huerfanos en la expedición Balmis. Foto El Mundo

La enfermera española Isabel Zendal fue la encargada de cuidar, educar y acompañar a 22 niños huérfanos en la Expedición Balmis, considerada la primera vacunación global (1803-1810) que hoy inspira al proyecto Vuelta al Mundo formado por 25 jóvenes iberoamericanos en un viaje de casi un mes por España y Portugal.

El proyecto educativo y aventurero Vuelta al Mundo arrancó este sábado en la ciudad española de A Coruña (Galicia, norte), en un parada «fundamental» dentro de la ruta homenaje a los sanitarios españoles Francisco Javier Balmis, José Salvany e Isabel Zendal que llevaron la vacuna contra la viruela a América.

El antídoto para la enfermedad, que tenía en la época un 30 % de mortalidad, fue transportada en los brazos de 22 niños expósitos -entregados por sus padres a orfanatos religiosos- durante viajes transoceánicos para vacunar en decenas de países americanos y asiáticos.

«Uno de los personajes más importantes fue Zendal y por supuesto los niños, sin ellos la vacunación no hubiera sido posible», dice a EFE el responsable del proyecto, Jesús Luna, que insiste en la «vital» labor de la enfermera en la salud y el desarrollo de los niños «vacuníferos».

PASEO POR A CORUÑA

En la ciudad gallega de A Coruña, los jóvenes visitaron los lugares clave en la vida de estos miembros de la Expedición Balmis que recorrieron las calles de esta localidad marítima, desde donde partió la embarcación hacia América.

Entre los lugares, conocieron el hospicio donde dejaban a los niños abandonados y de donde salieron parte de los vacuníferos, la que fuera casa de Isabel Zendal o el puerto desde el que salió la barqueta.

«Queríamos empaparnos de la vida de estos niños, dónde vivieron, cómo transcurrieron esas vidas en aquella época y también con el mar, porque de aquí salieron, y de aquí era el capitán y la tripulación, creemos que es un homenaje muy importante, mantener vivo el recuerdo», asume Luna.

En esa misma línea se expresa uno de los expedicionarios, el venezolano Álvaro Chang, quien comparte con EFE que además de la «evidente amistad» que se está generando entre los participantes, se lleva «el conocimiento» sobre estos personajes: «los principales protagonistas son ellos porque sin ellos la vacuna no hubiera sido exportada hacia América».

«Está siendo un viaje espectacular, con una gran diversidad de culturas, espero que muchos más jóvenes puedan sumarse a estos movimientos porque cuando un joven actúa genera un efecto cadena y motiva a otros e interpela a los adultos», opina.