Por más que el CNE haga un despliegue de invocaciones a ejercer el voto como un derecho ciudadano, y coloque audios y videos indicando que los paquetes electorales y sus colores guardan un estricto proceso de seguridad; así insistan en llamar a los jóvenes entre 16 y 18 años, adultos mayores de 65 años, discapacitados, miembros de las FFAA y policía a ejercer el voto facultativo, en la ciudadanía el olor a desconfianza es más fuerte que nunca.
La invocación a la conciencia subliminal surte efecto en el patriotismo de la sociedad, cuando los mensajes, aunque vacíos, son como torpedos repetidos cada minuto y en todos los medios de comunicación. Y con eso procuran convencer a los votantes que sí se informa y toda marcha de acuerdo con la ley y el orden.
Pero la realidad es diferente. El CNE nada dice de la propaganda en la cual se muestra la figura de un prófugo de la justicia, abrazando o dando la mano a los candidatos de su organización en clara violación al Art. 64 de la Constitución de la República del Ecuador (CRE) referente a la “Suspensión de los derechos políticos” a aquellos que mantengan “sentencia ejecutoriada que condene a pena privativa de libertad mientras esta subsista” en concordancia con el Art. 61 de la CRE “Derechos de participación” quienes hayan sido sancionados por el poder judicial no podrán….numeral 2 “participar en asuntos de interés público”.
En esta fase previa de las elecciones anticipadas, los grupos de los politiqueros se han burlado de todas las instancias, amparándose en el denigrante Código de la Democracia, que pasa desapercibido en los casos graves, y solamente sanciona temas “light”. El CNE es un escenario en donde se expían los pecados, a través del sacrificio de la dignidad democrática, que es un ser todavía vivo, pero en peligro de extinción.
Acogiendo una resolución de los miembros del oráculo de la Corte Constitucional, quienes diez años después de que Correa autorizara la explotación del bloque 43 ITT, en un país pobre como el Ecuador, se busca desbaratar toda una infraestructura costosa. En el caso de la consulta popular por el Yasuní, al CNE le importa un comino contrastar la información de los seguidores del SI que pretenden dejar el petróleo bajo tierra, con la realidad práctica de mostrar a los ciudadanos las inmensas pérdidas económicas valoradas en miles de millones de dólares que sufrirá la sociedad, cuando se deje de explotar una fuente de ingresos básicos para sostener el desarrollo del país,
Los ciudadanos tenemos derecho a votar por cualquier candidato, y ser consultados sobre temas trascendentales del país. Lo denigrante es que se acuda a las urnas con total desconocimiento de las propuestas. (O)