“Quiero dar gracias a Dios, a los organismos de socorro, a mi familia, a mis amigos y a toda la ciudadanía que me ayudó”. Esas palabras de gratitud y entre lágrimas son de Yesénea Méndez, que sobrevivió al terremoto de 6,5 grados, que sacudió al sur del país el 18 de marzo.
Ese día, Méndez transitaba por la calle Mariscal Sucre, entre Tarqui y General Torres, en pleno Centro Histórico de Cuenca. Cuenta que salió de clases de enfermería y cuando iba a tomar un bus en la calle Tarqui, se apagó la luz, quedó bajo los escombros y despertó horas después en el hospital.
El material que se desprendió de la fachada, de una casa patrimonial, durante el sismo provocó graves lesiones en una de sus extremidades inferiores. Los médicos tuvieron que amputar una pierna. Recuerda que los escombros también cayeron sobre un carro y el conductor falleció.
Señaló que perdió una parte de su cuerpo, pero la vida continúa y que la principal fortaleza que tiene para seguir luchando son sus cuatro hijos, tres menores y un adulto. Yesénea es madre soltera y agradece los mensajes de consuelo y esperanza que la gente le envía día tras día.
La mujer de 40 años es oriunda de la provincia de Esmeraldas y vive 19 años en Cuenca como arrendataria. Ahora se dedica dos días a la semana, los miércoles y viernes a cocinar con su madre para entregar viandas de comida. Los otros días trabaja como costurera en su casa.
Además, hace comida de la Costa como camarones apanados, cangrejo, bollos, pescado frito, entre otros platos típicos. Agradece a sus vecinos del barrio Pampas de El Cebollar, quienes son sus principales clientes.
A Yesénea Méndez le preocupa que se viene un gasto fuerte porque todos sus hijos estudian y en pocos días inician clases. Sin perder la esperanza, la mujer espera que el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) le pueda brindar ayuda para que sus pequeños continúen con sus estudios.
Sismo
De acuerdo con el reporte del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE), el sismo en Ecuador se registró el sábado 18 de marzo, a las 12:12, del 2023 cuyo epicentro se localizó frente a la costa del cantón Balao, a unos 80 kilómetros (50 millas) al sur de Guayaquil.
Este movimiento telurio causó graves daños en las provincias de Azuay, El Oro y Guayas. Como resultado: 16 muertos (2 en Azuay y 14 en El Oro). El cantón Machala fue la más afectado.
“Quiero ser una gran profesional en la salud. Tras el incidente, dejé de estudiar enfermería. Sin embrago, espero algún día cumplir mi meta, pues los recursos económicos con que cuento son muy pocos”.
Yesénea Méndez, víctima del terremoto
