Galo Cárdenas, jurista, socio y expresidente del Deportivo Cuenca, asegura que el problema que hay entre el grupo de gerenciamiento y el directorio del Club “es básicamente una falta de comunicación”.
La semana pasada tuvo la oportunidad de conversar con las partes. Advierte que hay voluntad, buena fe y predisposición de ambos lados en llegar a un acuerdo. Eso sí recomienda una reunión sin abogados porque “a veces los abogados dañamos todo”.
Como hincha tuvo la oportunidad de revisar el contrato. Asegura que el dinero que ingresó al Club de parte del Grupo GFI se asemeja más a un préstamo que a una inversión.
Este grupo se ha asegurado, mediante este contrato, el no perder su dinero, de recuperarlo de alguna manera. Entonces ya no se vuelve tanto una inversión sino un préstamo.
Responsabilidades
Cárdenas recuerda que “el contrato es ley para las partes”, al momento que se firma el contrato las partes ya saben a qué atenerse. “En una de las cláusulas claramente reza que el grupo inversor gerenciará y administrará el Club”. El directorio está obligado a instrumentar sus decisiones.
“Ahí hay un problema serio. La presidenta es la representante legal”, por eso Nataly Villavicencio antes de firmar cualquier documento, revisa, analiza si conviene o no porque de presentarse algún problema, ella es la “representante ante las leyes ecuatorianas, ella es la que vive en Cuenca, ella es la ecuatoriana, ella es la que da la cara”.
Creo que una de las fórmulas de solución sería que se nombre un gerente por parte del grupo inversor, pero que esté acá. Recordemos que la señorita Thalía (Lujúa) cobra su sueldo, etc., etc., pero no está aquí, no ha pasado aquí y ya no hay como manejar, sobre todo un club como el Deportivo Cuenca que representa a toda la ciudad, a control remoto.
Cárdenas resalta que en el Deportivo Cuenca “hay una representación conjunta entre el presidente y el gerente, pero si el gerente no está aquí, no vive aquí, no tiene bienes aquí, el único responsable legalmente va a ser la presidenta. Entonces ese miedo el grupo inversor tiene que quitárselo a la presidenta para que la presidenta también con confianza, con tranquilidad pueda firmar cualquier tema”.
No conviene a las partes
Para Cárdenas a ninguno le conviene romper el contrato. La terminación del mismo de forma unilateral no justificada determina una multa para el que la ejecuta.
Si lo hace el Club tendrá que pagar cinco millones de dólares, que no los tiene. Si lo hace el Grupo GFI tendrá que esperar -quien sabe por cuánto tiempo- que le devuelvan los casi 2,5 millones de dólares invertidos.
En este punto, Cárdenas resalta que el Club “nunca estuvo quebrado” ni en peligro de quebrar, pero reconoce que el Grupo GFI le dio oxígeno a un problema de liquidez que acarrea desde años atrás.
Al Club entra aproximadamente tres millones de dólares con gestión. El Club casi nunca gasta más de eso. ¿Qué pasa?, acarrea deuda del pasado. ¿Por qué se dan las deudas?, porque nunca hubo liquidez, porque, por ejemplo, los derechos de televisión yo sé que este momento están atrasados siete meses, y eso que la LigaPro mejoró muchísimo el ingreso de los clubes, por lo menos hubo un flujo mensual.
“En mi tiempo, la FEF -que manejaba los recursos- no le daba el millón de dólares inmediatamente y ni siquiera le daba cuotas mensuales. Lo que hacía era darle 10 o 12 pagarés para que usted con ese pagaré vaya y negocie en el mercado bursátil. Es decir, que le hagan un descuento del 4, 5 % para que le den plata en efectivo…, por eso cuando uno debía 300, 400 mil dólares y le ingresaban 50, pues tenía que quedar debiendo el 80 %, entonces la deuda se iba acumulando»
«Por eso siempre un presidente recibía un club endeudado y cuando llegaba todo el mundo quería cobrar lo más pronto posible y se complicaba en liquidez. Entonces lo que ha hecho este grupo inversor es darle liquidez al Club y eso ha ayudado muchísimo, le ha dejado respirar al club, planificar mejor… Nadie en el Club, ni grupos empresariales fuertes que algún momento manejaron el Club, metieron tanto dinero…”.
Confidencialidad
Para Cárdenas, es preciso que, una vez que ambas partes conversen y lleguen a un acuerdo, expliquen a los socios el contenido del contrato respetando las cláusulas de confidencialidad que estén estipuladas.
Este contrato no es confidencial, pero ciertas cláusulas deberían serlo. No existe una cláusula de confidencialidad con una multa para quien lo divulgue…
Cárdenas recuerda que en las últimas elecciones los socios tuvieron tres alternativas respaldadas por un grupo inversor. Al final se decantaron por la lista que planteaba firmar un contrato de gerenciamiento. “Ahora no vengamos a rasgarnos las vestiduras y a decir por qué firmaron, por qué hipotecaron al Club…”.
Es súper duro estar al frente de un Club, yo lo sé, es durísimo, por tanto, los hinchas no debemos tomar partido, más bien coadyubemos para que los dos trabajen en equipo, de forma armónica… Hay que evitar esos mensajes en redes de apoyar al uno, de insultar al otro. Yo creo que son en este caso, por ese contrato (de 12 años), hermanos siameses que están condenados a vivir juntos hasta que no se dé una operación importantísima para separarlos.
¿Qué piden las partes?
“La parte inversora pide que le dejen gerenciar totalmente, casi libremente en un 100 % las decisiones tanto deportivas como financieras. La otra parte, al ser representante legal, dice ratito yo no puedo firmar todo, yo tengo que defender los derechos del Club, pero también los míos propios… Claro el grupo inversor dirá usted se comprometió a través de un contrato a firmar, por qué revisa. Entonces los dos tienen razón, falta ponerse de acuerdo en la forma y creo que al haber buena voluntad y buena fe de ambos lados hay como llegar a un acuerdo”.