Un debate interrumpido porque los candidatos no entendieron su modalidad, intervenciones generales bajo un discurso en el que se remarcó principalmente en el pasado, y respuestas vanas a las preguntas que se bifurcaron entre intervención e intervención.
Esas fueron algunas de las características del debate presidencial que se llevó a cabo anoche, en la que participaron Yaku Pérez, Jan Topic, Luisa González, Xavier Hervas, Otto Sonnenholzner, Daniel Armijos y Bolívar Armijos.
En el evento, la ciudadanía esperaba coherencia y propuestas claras, sin embargo, al menos la primera hora del debate estuvo más enfocada en enfrentamientos y en acoplarse a una modalidad en la que los candidatos tuvieron 45 segundos para presentar sus propuestas para gobernar.
Una vez superado los primeros minutos, los candidatos hablaron de la seguridad, un tema que fue tratado directa e indirectamente en cada intervención.
Planes sin tolerancia, ubicar a los presos en diferentes espacios dependiendo del delito cometido, fortalecer a la policía, sistemas de inteligencia, patrullajes acompañados por las Fuerzas Armadas y militarizar los puertos marítimos formaron parte del qué hacer por Ecuador.
Lo que faltó en el encuentro de los candidatos fue el cómo desarrollar las propuestas que ellos presentaron. Esto, tras casi dos horas de haber iniciado el debate, fue recordado por la moderadora Gisella Bayona.
A lo faltante también se sumó la educación, la cultura y la salud. A pesar de que estas temáticas formaban parte de la tercera pregunta que se hicieron a los candidatos, ningún de ellos las trataron con profundidad.
La falta de considerar a los otros temas que estaban dentro de las preguntas se vieron opacadas por la seguridad, un asunto del que se aprovecharon los candidatos para repetirlo y usarlo como herramienta de evasión a lo que, asimismo, requiere urgentemente el Ecuador.
Después de la seguridad, poner los ojos en la agricultura, volver al campo, tecnificarlo, fueron las frases que se repitieron entre los candidatos en el debate. Aun así, una vez más: no se explicó el cómo desarrollar las propuestas.
La falta de explicación se extendió hasta el final de un debate en el que se aguardaba claridad y seriedad, y más bien sucedió todo lo contrario: memes de las intervenciones, confrontamientos de quién hizo qué en gobiernos anteriores y hasta una invitación a jugar ecuavóley en un momento en el que Ecuador necesita más que nunca soluciones. (I)
